Durante el confinamiento hemos visto a los duques de Cambridge y a sus hijos volcados con los sanitarios, apoyando a aquellos que lo están pasando peor durante la crisis sanitaria y hasta entretener a un grupo de jubilados con una partida virtual de bingo. Han sido muchas semanas de videollamadas y de dar aliento a la sociedad británica, muy tocada por la pandemia. Ahora, el príncipe Guillermo y su esposa han dejado su residencia de campo de Anmer Hall, en Norfolk, donde están recluidos, para mostrar su agradecimiento de manera personal a los sanitarios que aún luchan en primer línea por vencer al virus.
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Este domingo, los Duques visitaron el Hospital Reina Isabel en la ciudad inglesa de King’s Lynn, con motivo del 72º aniversario de la creación del Sistema Nacional de Salud y los 40 años del centro hospitalario, que se acabó convirtiendo en un tributo a todos los profesionales sanitarios. El príncipe Guillermo y Catherine hablaron con todo tipo de personal durante su recorrido, desde los médicos hasta los trabajadores de la cocina o de administración, algunos de los cuales a pesar de estar jubilados volvieron a sus antiguos puestos para echar una mano durante las semanas de más ingresos.
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La pareja real, que desinfectó sus manos con gel hidroalcohólico, y hasta tomó el té y una merienda con los empleados y sus familias, dijo que: “Todos aprecian lo que hacéis. Sois una organización fantástica”
Para esta cita, Kate Middleton eligió un vestido estampado de favorecedor efecto fit de la firma Beulah con largo midi, cuerpo entallado y falda acampanada con detalles de puño y cuello en color blanco y que coordinó con unos zapatos de tipo salón en color azul marino.
Además, los duques de Cambridge no se fueron con las manos vacías pues Natalie English, destinada en la UCI del centro sanitario, les obsequió con sendos llaveros: “Son de médicos y enfermeras con mascarillas y ellos aseguraron que los llevarían a casa para sus hijos”. Siempre interesados por los problemas mentales, el hijo de Carlos de Inglaterra se interesó por cómo ha afrontado el colectivo los momentos de ansiedad vividos durante el brote.
Durante esta crisis sin precedentes, los duques de Cambridge se han colocado a la cabeza de la Familia Real británica tras el traslado de la Reina al castillo de Windsor, de que el príncipe de Gales resultara infectado y tras la marcha del príncipe Harry y Meghan de Reino Unido.
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