El príncipe Harry y Meghan Markle no paran. El mismo día en el que se ha sabido que han contratado los servicios de una agencia de alto nivel especializada en discursos y conferencias, a fin de seguir los pasos de los Obama o los Clinton y convertirse en ponentes, la organización Homeboy descubría otra ocupación de los duques de Sussex que tampoco dejaba indiferente a nadie. Y es que el matrimonio continúa prestando su ayuda en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y este martes se metía entre fogones por una buena causa.
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Siguiendo las recomendaciones sanitarias y de seguridad, Harry y Meghan se colocaron gorros desechables para el cabello y mascarillas para colaborar con Homeboy Industries, organización centrada en mejorar la vida de personas que han salido de prisión gracias al asesoramiento, servicios de asistencia legal y de educación, así como apoyo para la recuperación de cualquier tipo de adicción. Los duques de Sussex no dudaron en contribuir en la medida en la que podían, que en esta ocasión se tradujo en hornear pan y cocinar alimentos que luego se distribuirían entre personas necesitadas.
Tal y como hizo público la propia organización, Meghan y Harry se unieron a varios 'homies' -término con el que se conoce a las personas a las que ayuda Homeboy Industries-. En concreto, la pareja se encargó de preparar alimentos en Bakery & Cafe para el programa #FeedHOPE, que reparte comida entre jóvenes y mayores vulnerables de Los Ángeles durante esta pandemia. "El duque y la duquesa de Sussex eran sencillamente Harry y Meghan para los amigos. Se arremangaron y se comprometieron profundamente con nuestros trabajadores en la panadería y en el café. Fue una relación inmediata y alentadora", comentó el padre Greg Boyle, que está al frente de Homeboy.
Curiosamente Boyle colaboró estrechamente en su día con la escuela a la que fue Meghan Markle, Inmaculate Heart High School, por lo que esta colaboración de los duques de Sussex era especialmente significativa y los dos se afanaron en su labor de este martes, dejando un buen sabor de boca a los que trabajaron con ellos. "Ambos son sensatos y amables. El personal se sintió muy honrado de que se tomaran su tiempo para vernos, escucharnos y caminar en nuestro viaje. Nunca lo olvidaremos", comentó Mariana Enríquez, gerente del café, al respecto.
No es la primera vez que el matrimonio se coloca mascarilla, guantes o gorros y se dispone a entregar comida a personas vulnerables o enfermas. Nada más llegar a Los Ángeles, Harry y Meghan se dejaron ver aportando su granito de arena en plena pandemia de COVID-19. Si este martes lo hicieron con Homeboy Industries, en aquella ocasión la ONG a la que prestaron su ayuda era Angel Food, cuyo personal ni siquiera estaba al tanto de la ilustre visita -y de las elaboraciones culinarias- de los Duques.
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