Por si fueran pocas las polémicas que acechan al príncipe Andrés desde que saliese a la luz su relación con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, hace unas semanas se sumaba una demanda por impago. El duque de York y Sarah Ferguson habían adquirido en 2014 un chalé de lujo en la localidad de Verbier, situada en los Alpes suizos por casi 21 millones de euros. Sin embargo, cuando faltaban por abonar ocho millones, la propietaria les ha denunciado por impago. Ahora, el exmatrimonio ha decidido ponerlo a la venta por prácticamente la misma cantidad que pagaron por él hace seis años.
Según el diario suizo Le Temps, que ha tenido acceso a las escrituras, el hijo de Isabel II y su esposa debían saldar su deuda antes 31 de diciembre de 2019. Al no haber sido así, la propietaria decidió emprender acciones legales. Un portavoz de los Duquesa manifestó entonces al periódico helvético que “hay una disputa entre las partes por este asunto”, pero que “los detalles contractuales están sujetos a un acuerdo de confidencialidad”. Curiosamente, un amigo del Duque aseguraba que la pareja tenía planeado vender el inmueble, algo de lo que estaba informada la dueña. Con las ganancias de la venta podrán entonces liquidar la deuda.
El chalé Helora es un inmueble de siete habitaciones, situado en una parcela de cerca de 300 metros cuadrados, con bodega, sauna y piscina climatizada. Además, está situado en una de las zonas más exclusivas de verbier, donde también tienen una propiedad Federico y Mary de Dinamarca, y cuenta entre sus vecinos con el dueño de Virgin, Richard Branson, y el cantante James Blunt. A pesar de los duques de York se separaron en 1996, siempre han mantenido una buena relación y decidieron hacer la compra conjuntamente para ir con sus hijas a la nieve después de las navidades, como solían hacer.
Sarah Ferguson, toda una vida ligada a los Alpes
Tal era su vinculación con los Alpes, que dos años después de adquirir la vivienda, Sarah Ferguson declaró que había iniciado los trámites para solicitar la residencia en Valais, el cantón en el que se encuentra la casa. La exesposa del duque de York esquía desde los 3 años y tenía 16 la primera vez que recaló en Verbier e incluso trabajó una breve temporada para una familia rica de la zona antes de formar parte de la Familia Real. "Desde esa primera visita, he ido regularmente de vacaciones a Verbier y mi familia me ha seguido a lo largo de los años. Nos sentimos libres y felicies, nos sentimos como en casa", decía Ferguson en una entrevista con el medio suizo Le Nouvelliste.
No es la primera vez que esta vivienda causa un quebradero de cabeza al hijo de la Reina. En 2015 el Daily Mail reveló que había sido adquirida como una “inversión familiar”. El chalé se dividió en dos porque según la normativa local era demasiado grande para que un único comprador extranjero se hiciera con ello directamente. Así, Andrés de Inglaterra tiene el piso superior y el ático, mientras que Sarah es propietaria del primer piso y el sótano. En cuanto trascendió la compra, hubo muchas voces que se preguntaron cómo lo habían pagado. Al parecer, los beneficios de la venta de su casa de Sunninghill Park, su antiguo hogar conyugal que les fue regalado por la Reina por su boda, habrían ido destinados al chalé suizo.
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