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Los duques de Sussex celebraban el pasado 19 de mayo su segundo aniversario de boda. Una importante fecha que en esta ocasión han pasado en Beverly Ridge (Los Ángeles), donde se instalaban recientemente en la casa de su amigo Tyler Perry para iniciar una nueva vida lejos de las obligaciones reales y marcada por su independencia económica. Pero aunque han querido coemenzar a escribir un nuevo capítulo en solitario y dejar atrás el pasado como miembros senior de la familia real británica, lo cierto es que hay momentos que quieren seguir teniendo muy presentes en su actual rutina, como por ejemplo su enlace. Un "sí, quiero" que dio la vuelta al mundo, rompió moldes y dejó escenas de lo más cómplices y románticas. Además, para recordar esa importante fecha que marcó un antes y un después en su relación, Meghan Markle tuvo un precioso detalle con su marido que hasta ahora se había mantenido en secreto.
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El pasado año, la pareja celebró su primer aniversario en compañía del pequeño Archie Harrison, que entonces tenía poco más de una semana de vida. Aquel día, el príncipe Harry regaló a su mujer una impresionante joya: un anillo de la eternidad compuesto por una línea continua de gemas idénticas que ella mostró con orgullo durante la celebración del Trooping the color. Pero ella también quiso sorprenderle con un detalle que en todos estos meses se había mantenido en secreto hasta que People lo ha publicado. La que fuera protagonista de Suits recordó la labor como caligrafista que hizo durante su juventud y escribió a mano en un papel su discurso de boda para luego enmarcarlo y entregárselo a su marido para que recordara siempre las palabras que se dedicaron.
El recuerdo de los que hicieron posible el gran día
Este año, Harry y Meghan han brindado por su amor mientras degustaban diferentes platos de comida mexicana y bebían margarita. Ella escribió un romántico mensaje en una tarjeta y él sorprendiño a su mujer con un ramo de rosas y una joya. Además, intercambiaron piezas de algodón, un material que simboliza la resistencia de su unión. En su segundo aniversario tuvieron también sorpresas de algunas personas que estuvieron presentes en su "sí, quiero", celebrado en un marco incomparable: la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. The Kingdom Choir, el coro góspel que actuó en directo consiguiendo emocionar a los protagonistas y a todos sus invitados, publicaban un mensaje de felicitación para la pareja en sus redes sociales y compartían un vídeo en el que repasaban cómo fue para ellos aquel enlace. Desde el viaje en autobús hasta la iglesia -donde fueron ensayando y calmando sus nervios- hasta su entrada en la fortaleza y la interpretación de la canción Stand by me. Una visión hasta ahora desconocida de aquel día en el que los británicos se echaron a la calle para ser testigos de excepción de esta boda de cuento de hadas.
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También la repostera encargada de la tarta nupcial felicitaba a la pareja por su aniversario. "Un muy feliz aniversario para Harry y Meghan. El trabajo de mis sueños mejoró aún más ese día”, decía Claire Ptak junto a una foto en en la que aparece posando orgullosa con su impresionante creación, que logró gracias a un laborioso trabajo en el que contó con la ayuda de cinco personas. “El equipo de mis sueños. No puedo creer que hayan pasado dos años. Quiero mucho a estos pasteleros. Fue un desafío épico y lo clavamos”, explicaba. Claire y sus ayudantes estuvieron durante cinco horas horneando y congelando cada piso de la tarta en el Palacio de Buckingham antes de transportarlos a Windsor. La lista de ingredientes incluía 200 limones Amalfi, 500 huevos orgánicos de Suffolk, 20 kilos de mantequilla, 20 kilos de harina, otros 20 de azúcar y diez botellas de flor de saúco de Sandringham.
De Frogmore Cottage a Los Ángeles
El matrimonio ha optado por blindar su intimidad y la de su hijo en una espectacular casa de California. Se trata de una mansión ubicada en una de las altas colinas de Beverly Hills que está valorada en 18 millones de euros y pertenece al actor, director y productor cinematográfico Tyler Perry, a quien podrían haber conocido grancias a su amiga en común Oprah Winfrey. Los Sussex y su hijo viven en una casa de ocho dormitorios, doce cuartos de baño, piscina y un amplísimo jardín en el que pasear, hacer deporte o jugar sin ser fotografiados. En Estados Unidos están cerca de la madre de ella, Doria Ragland, y también de muchos amigos de Meghan. A pesar de que el cambio ha sido radical, ambos siguen apostando por la solidaridad y colaboran con diferentes fundaciones con las que incluso han acudido personalmente a repartir comida por los domicilios de personas que lo necesitan.
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