La boda del príncipe Harry y Meghan Markle supuso mucho más que un cuento de hadas. La pareja se dio el ‘sí, quiero’ el 19 de mayo de 2018 en el Castillo de Windsor e Inglaterra y todo el mundo fueron testigos de un enlace por amor en el que el hijo pequeño de la recordada princesa Diana por fin alcanzaba la felicidad. Dos años después, los duques de Sussex celebran esta significativa fecha bien lejos de Windsor, en Los Ángeles (California), y con una vida completamente renovada. Sin embargo, en Londres hay una persona que también ha recordado aquel día con gran emoción: la pastelera que realizó la tarta nupcial del banquete, sin duda uno de los grandes hitos de su carrera.
Claire Ptak ha compartido varias imágenes de su obra y el equipo, formado por cinco personas, con las que contó para endulzar la primera comida de Harry y Meghan como marido y mujer. “Un muy feliz aniversario para Harry y Meghan. El trabajo de mis sueños mejoró aún más ese día”, ha escrito junto a una imagen en la que aparece posando orgullosa con su dulce creación. También ha querido tener un homenaje para los profesionales que trabajaron con ella en aquella ocasión: “El equipo de mis sueños. No puedo creer que hayan pasado dos años. Quiero mucho a estos pasteleros. Fue un desafío épico y lo clavamos”.
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Lo cierto es que Claire Ptak tenía un gran reto por delante: poner el broche perfecto a la ceremonia y parece que lo consiguió, eso sí con gran esfuerzo. La pastelera y sus ayudantes estuvieron durante cinco horas horneando y congelando cada piso en el Palacio de Buckingham antes de transportarlos de manera individual al Castillo de Windsor para montar la tarta durante la mañana antes de la recepción en honor al nuevo matrimonio. La lista de ingredientes incluía 200 limones Amalfi, 500 huevos orgánicos de Suffolk, 20 kilos de mantequilla, 20 kilos de harina, otros 20 de azúcar y diez botellas de flor de saúco de Sandringham. Todo ello para conseguir un sabor único que “incorpore los sabores de la primavera”, según anunció el Palacio de Kensington meses antes de la ceremonia. La tarta estaba cubierta con una crema de mantequilla de merengue suizo, que su creadora describió como “satinada y súper deliciosa”. Además, estaba adornada con 150 flores frescas entre las que se incluían peonías y rosas.
La elección de este dulce, que en su momento fue tildado de ‘poco convencional’, y de la pastelera no fueron casualidad. Al igual que Meghan, Clarie Ptak fue criada en California y antes de casarse con un Príncipe de Reino Unido, la Duquesa ya se había fijado en ella. La exactriz entrevistó a Claire para su blog The Tig, en la que elogió los manjares que salían de las manos de la pastelera. El hecho de que incluyera ingredientes orgánicos y productos de temporada, hizo que los Sussex se decantaran por ella en su gran día.