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No es raro que, orgullosa como lo está de los suyos, Sarah Ferguson haya compartido en redes, igual que tantas otras veces, una nueva fotografía familiar. Pero esta vez lo ha hecho en una fecha especialmente significativa, el Día Internacional de la Familia, que pone en evidencia el logro de los York: la realidad de una familia unida al margen de lo que digan los papeles. Así, Sarah ha celebrado la ocasión con una instantánea en la que aparece feliz, acompañada por su exmarido, Andrés de Inglaterra, de quien se separó hace 28 años sin dejar que la ruptura como pareja hiciera mella en su vínculo como padres, reconduciendo la tensa separación en idílico divorcio, y rodeada por sus dos hijas, Beatriz y Eugenia de York. Para no dejar lugar a dudas, la Duquesa de York apostilla: "En el Día Internacional de la Familia... Orgullosa de nuestra unida amada familia".
Sarah Ferguson, reina de su casa
El nuevo frente abierto de Andrés de Inglaterra
Andrés de Inglaterra reaparece junto a Sarah Ferguson tras su renuncia
Solo aparece el núcleo duro de la familia York. Sarah Ferguson se ha decantado por una foto de los cuatro, sin la presencia de sus yernos, que por otra parte participan a menudo de las celebraciones, las reuniones y las vacaciones familiares: el marido de la princesa Eugenia desde el 12 de octubre de 2018, Jack Brooksbank, y el prometido de la princesa Beatriz desde el 26 de septiembre de 2019, Edoardo Mapelli Mozzi, novio a la espera debido al coronavirus. La pandemia ha obligado a la joven pareja a suspender una modesta boda real a causa de las polémicas, inicialmente prevista para el próximo 29 de mayo en Windsor, que a la vuelta de la crisis puede llegar a convertirse sin embargo en el enlace por todo lo alto que todos necesitamos, una gran fiesta popular que simbolice el ansiado final feliz.
© antoniamarshallUna vez más los Duques de York han vuelto a mostrarse unidos en tiempos revueltos. No solo por la pandemia, sino también por las últimas informaciones que siguen desgastando la ya perjudicada imagen de Andrés de Inglaterra. Sarah Ferguson podría haber aprovechado esta publicación en redes para echar un nuevo capote a su exmarido, que en las últimas semanas ha vuelto a ocupar titulares por el impago de cuatro meses del chalet que la pareja adquirió en 2014 por 21 millones de euros en la estación suiza de Verbier, así como por la investigación a la fundación benéfica del príncipe Andrés a causa de unos pagos no justificados de alrededor de 400.000 euros a su exsecretaria, Amanda Thirsk, que actuaba como fideicomisaria.
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson intentan así recuperar una normalidad de padres preocupados por el futuro de sus hijas después de sus anteriores fotos juntos, ya en tiempos de coronavirus, que suponían el pasado mes de abril la reaparición de la pareja tras la renuncia del Príncipe a sus deberes oficiales. En aquellos días, volcados en la lucha contra la pandemia y probablemente confinados en su casa de Royal Lodge, se prestaron a realizar y entregar paquetes con dulces a los empleados del hospicio Thames de Windsor, como suscribe la asistente de Ferguson, Antonia Marshall. "La familia York es maravillosa y firme y, a través de esta crisis, está continuamente ayudando a otros. Estamos tan orgullosos de ellos".
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