Pocas personalidades han sido testigos de excepción de la Historia de dos siglos como lo es Isabel II. Este martes, la monarca del Reino Unido y gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra, cumple 94 años convertida en la soberana más longeva de Gran Bretaña y una de las que más años lleva en el trono en todo el mundo. Durante sus 68 años de reinado, la soberana ha vivido enormes cambios sociales, políticos y familiares que abarcan desde la dureza de la Segunda Guerra Mundial, pasando por la independencia de la India –la joya de la Corona del imperio británico- el Brexit y hasta una pandemia. Ya en un ámbito más íntimo, Isabel II ha visto como tres de sus hijos se divorciaban, la trágica muerte de la princesa Diana y este mismo año la marcha de su querido nieto, el príncipe Harry de la Familia Real.
Aunque no estaba llamada a ser Reina, la princesa se convirtió en heredera al trono tras la abdicación de su tío, Eduardo VIII, más tarde duque de Windsor. Con 14 años, Isabel II conoció, como el resto de británicos los llamados Blitz (bombardeos aéreos), y dirigió un discurso, en compañía de su hermana la princesa Margarita, a los niños durante la Segunda Guerra Mundial. Unas palabras trascendentales que han marcado su camino en tiempos duros tal y como ella mismo reconoció en su discurso a la nación con motivo del coronavirus.
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En sus primeros años de reinado Isabel II tuvo oportunidad de departir con Winston Churchill, primer ministro inglés que ha pasado a la historia por su liderazgo en la Segunda Guerra Mundial , que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura y que es uno de los hombres más influyentes en la historia de su país. Después de Churchill ha mantenido audiencias semanales con el resto de primeros ministros tan conocidos como Harold Wilson, Margaret Tatcher, John Major, Tony Blair, David Cameron, Theresa May hasta llegar a Boris Johnson.
Casi a la vez veía como el esplendor del imperio británico se iba apagando poco a poco con la simbólica independencia de la India en 1947 y que finalizó en 1992 con el autogobierno de Sudáfrica, Pakistán y Sri Lanka, entre otras repúblicas.
Aunque Isabel II vivió en su niñez la crueldad de la guerra, fue 1992 su annus horribilis. Las separaciones de tres de sus hijos o el incendio del Castillo de Windsor, convirtieron la década de los noventa en uno de sus peores momentos y su figura estuvo en jaque en más de una ocasión. Su reacción inicial a la muerte de Diana de Gales, en 1997, hizo que su populardidad tocara suelo.
Experta en salir airosa de cualquier crisis y con su sentido del deber como bandera, la soberana ha ido batiendo récords con varios jubileos durante su reinado. Mientras, ha ido casando a sus nietos, ha visto como su familia no paraba de crecer y como la sucesión al trono está más que asegurada con la llegada al mundo del príncipe George, tercero en la línea sucesoria detrás de su abuelo, el príncipe Carlos, y su padre, el príncipe Guillermo. Unos tiempos muy felices en lo famiiar que solo se han visto empañados por la polémcia relación del príncipe Andrés con el millonario pedófilo Jefrey Epstein y por el abandono del príncipe Harry y Meghan de la primera línea de la Familia Real.
En la vejez, y a pesar de su avanzada edad, la soberana británica ha seguido viajando por todo el mundo y sigue con sus deberes institucionales sin ningún síntoma de agotamiento. A sus 94 años la abdicación sigue sin ser un asunto que esté encima de la mesa y eso que corre una época convulsa para Gran Bretaña tras su salida de la Unión Europa, el conocido como Brexit, y con la pandemia del coronavirus azotando la isla. Unos hechos que pasarán a la Historia y de los que ella, nuevamente, ha vuelto a ser testigo de excepción.
Ni te imaginas en qué se ha convertido el lugar donde nació la reina Isabel II