Desde el principio, la boda de Beatriz de York y Edoardo Mapelli ha acarreado problema tras problema. El anuncio del compromiso de la pareja se vio salpicado por la polémica de Andrés de York, padre de la novia, tras su relación con el financiero acusado por delitos de tráfico sexual de menores Jeffrey Epstein. Después, la crisis sanitaria del COVID-19 obligó a modificar, en varias ocasiones, los planes nupciales, hasta tal punto que les llevó a cancelar la recepción posterior al 'sí, quiero' y a reducir el número de invitados únicamente a dos. Por si todo eso fuera poco, y como ya se venía rumoreando en los últimos días, finalmente los contrayentes tendrán que posponer su gran día, al igual que han hecho otros muchos novios que tenían previsto casarse durante estas semanas.
La edición británica de la revista ¡HOLA! ha podido confirmar que el enlace real no tendrá lugar, tal y como estaba previsto, el próximo 29 de mayo, sino que Beatriz de York y Edoardo Mapelli tendrán que buscar una nueva fecha para, de este modo, contraer matrimonio en la ceremonia con la que desde un primer momento soñaban. Ellos querían jurarse amor eterno ante sus amigos y familiares en la Capilla Real del palacio de St. James y celebrar, posteriormente, una recepción en los jardines del Palacio de Buckingham. Esto último ,cabe recordar, fue un regalo de parte de la reina Isabel II de Inglaterra. La intención de la soberana era celebrar la que iba a ser la primera fiesta nupcial en sus terrenos desde 2011 -cuando se dieron el 'sí, quiero' los duques de Cambridge-.
Lo cierto es que la pareja no solo ha tenido que ver cómo los festejos del 29 de mayo quedan pospuestos 'sine die'. También tuvo que cancelar su fiesta de compromiso, prevista para el 18 de diciembre. La razón, en aquel momento, fue muy diferente a la que ahora les ha obligado a aplazar la boda: entonces Beatriz de York temía el acoso mediático hacia su padre tras el escándalo del 'Caso Epstein'. Lo que no quería, bajo ningún concepto, era que una nube de fotógrafos esperara la llegada del hijo de Isabel II en la puerta del exclusivo club A-list, situado en el exclusivo hotel Chiltern Firehouse.
El tiempo fue pasando y entonces llegó la pandemia. La presencia en Reino Unido de los familiares y amigos de Edoardo Mapelli, residentes en Italia, no estaba ni mucho menos asegurada, teniendo en cuenta que el país estaba confinado, tal y como sucede en tantos otros, incluido España. Tampoco estaba claro que los invitados más mayores, como Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo -de 93 y 99 años, respectivamente- pudieran acudir. El pasado mes de marzo la situación era la siguiente: Beatriz de York y su prometido se casarían ante dos invitados, una boda desde luego mucho más discreta de lo que nunca imaginaron, teniendo en cuenta que la idea inicial abarcaba a unos 150 asistentes.
El coronavirus pone en jaque la boda de Beatriz de York
Hace unos días ya se puso sobre la mesa la posibilidad que los novios estaban barajando: posponer su enlace para poder celebrarlo a lo grande el año próximo. Fue el rotativo Daily Mail el que, citando a amigos de la princesa, desveló este cambio de planes alegando que un evento de tal magnitud en 2021 serviría además para levantar el ánimo a la población y para que Beatriz de York no solo se resarciera, sino que reivindicara su labor ante la opinión pública, una vez olvidados los errores de su padre.