El príncipe Harry, Meghan Markle y su hijo Archie, de 11 meses, están construyendo su nueva vida en los Estados Unidos, tras pasar unos meses en Canadá. Desde el pasado 1 de abril los duques de Sussex están exentos de sus deberes reales como deseaban, gracias a un acuerdo al que llegaron con la Reina, lo que les permite vivir fuera del Reino Unido y trabajar para conseguir su propio dinero. Incluso en estos tiempos en que el coronavirus asola países, el nieto de Isabel II se ha mantenido firme y no ha regresado al lugar que le vio nacer. La brecha es más que evidente y cada paso de los Sussex no hace más que acrecentar su separación de la Corona. El último gesto que escenifica esta división es que Harry de Inglaterra no ha usado su apellido real en la firma de documentos de su nuevo proyecto.
En el registro de Travalyst, su iniciativa sobre cómo viajar de manera más sostenible, el marido de Meghan figura como el príncipe Harry Carlos Alberto David, duque de Sussex, dejando atrás no solo su tratamiento de alteza real, al que tuvo que renunciar por orden de la Reina, sino al apellido de su familia Mountbatten- Windsor. Fue a finales de febrero, durante un acto de esta misma organización cuando el Duque hizo toda una declaración de intenciones: “Llámenme solo Harry”.
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Hasta ahora, por ser miembro de la Familia Real británica, el hijo del príncipe de Gales no solía usar su apellido ya que no era necesario. Sin embargo, en su etapa como militar, Harry en lugar de optar por Mountbatten-Windsor, utilizó el apellido Gales, en clara referencia a su padre y a su madre que mantuvo el título de princesa de Gales después de su divorcio.
Cuando Isabel II subió al trono, trajo consigo el debate de un posible nombre de la Casa de Windsor a Mountbatten, apellido de su marido, Felipe de Edimburgo. Fue el primer ministro Winston Churchill el que instó a mantener el nombre de Windsor, algo que no sentó nada bien al consorte de Isabel II. Para resarcirle la Reina emitió una orden en 1960 en la que declaraba que sus descendientes masculinos que no llevasen el tratamiento de alteza real o el título de Príncipe llevarían el apellido Mountbatten-Windsor, que es el que lleva Archie.
Este gesto se ha conocido una semana después de que los duques de Sussex revelaran el nombre de su nueva organización benéfica bautizada con el nombre de Archewell, un dulce homenaje a su pequeño. “Antes de Sussex Royal surgió la idea de Arche, la palabra griega que significa ‘fuente de acción’. Nos conectamos con este concepto para la organización caritativa que esperábamos construir algún día y se convirtió en la inspiración para el nombre de nuestro hijo. Hacer algo de significado, hacer algo importante. Archewell es un nombre que combina una palabra antigua para fuerza y acción y otra que evoca los recursos profundos que cada uno debe aprovechar. Esperamos lanzar Archewell cuando sea el momento adecuado”, explicaron a The Telegraph.