Sin actos públicos ni ceremonias, pero desde la intimidad de sus despachos, los representantes de las Casas Reales siguen muy de cerca la evolución del coronavirus en sus países. Gracias a la tecnología, Reyes y príncipes se están involucrando por conocer la realidad de los sanitarios, por mantenerse informados en todo momento por los Gobiernos de sus naciones y por saber cómo está afectando la pandemia a los colectivos más vulnerables. Mantener la moral de los trabajadores que se juegan la salud para curar a los infectados es lo que pretende la Familia Real británica con una serie de acciones de lo más variadas.
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Cada uno desde sus lugares de confinamiento, pero alentando a los sanitaros del Servicio Nacional de Salud (en inglés National Health Service, NHS), los duques de Cambridge han llamado por teléfono a los hospitales Burotn y Monklands, tal y como ha informado la Casa Real. Durante la llamada, el príncipe Guillermo dijo en declaraciones recogidas por la versión inglesa de ¡HOLA!: “Nos gustaría deciros lo orgullosos que estamos de todos vosotros y qué asombroso es lo que estáis haciendo en estas circunstancias extremas. Sé que este es vuestro trabajo, pero esto es un nivel diferente y estáis haciéndolo increíble. Todo el país está orgulloso de vosotros, así que gracias por todo lo que estáis haciendo y todas las horas que le estáis dedicando”.
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Este gesto de ánimo de los Cambridge ha sido muy bien acogido por la comunidad sanitaria. “La llamada telefónica de los Duques fue totalmente inesperada y una verdadera inyección de moral, reveló Donna Marie McCroarty, enfermera del servicio de patologías infecciosas del Hospital Universitario Monklands.
Estos contactos se suman a otros que la pareja real ha hecho con el personal de sanidad desde que estalló la crisis del COVID-19. El mes pasado visitaron el centro de emergencias de Croydon, al sur de Londres, para poner en valor su trabajo. Después, compartieron un simpático vídeo de sus tres hijos participando del aplauso solidario y a Duquesa respaldó una iniciativa para impulsar la salud mental entre los británicos en estos tiempos complicados.
También el príncipe Carlos, una vez recuperado tras haber dado positivo en coronavirus, volverá este viernes a sus deberes reales e inaugurará el nuevo hospital Nighttingale de Londres. Dadas las circunstancias no lo hará presencialmente, sino a través de un videoconferencia en la que dirigirá unas palabras a los presentes. Este centro proporcionará hasta 500 camas equipadas –con posibilidad de ampliarse hasta varios miles si fuera necesario- con respiradores y oxígeno.
También la Reina, desde su Castillo de Windosr donde se encuentra pasando el confinamiento junto a su marido, el duque de Edimburgo, ha querido tener el homenaje más emotivo para los médicos. Ha hecho que su residencia se iluminara de azul en honor a los ‘héroes’ que están en primera línea batallando contra el virus. Además, pese a no estar en el Palacio de Buckingham, el trabajo de Isabel II no se ha interrumpido y sigue con sus audiencias semanales con el Gobierno. Este miércoles contactó por teléfono con el primer ministro Boris Johnson, que recientemente fue diagnosticado de COVID-19. Es la segunda audiencia telefónica que el jefe del Ejecutivo y la jefa del Estado realizan desde que se produjo la pandemia.