El pasado 25 de marzo la edición británica de ¡HOLA! confirmaba que Carlos de Inglaterra había dado positivo en coronavirus. Todas las alarmas se encendieron entonces en el Palacio de Buckingham, dado que el 12 de marzo el príncipe de Gales había coincidido con su madre, la reina Isabel II, que en la actualidad tiene 93 años. Desde el momento en el que se conoció que el heredero al trono británico tenía COVID-19, se activó el protocolo de aislamiento correspondiente para que pudiera recuperarse alejado de otras personas y se evitara así un riesgo de contagio. Se refugió entonces en su casa de vacaciones de Birkhall, en Escocia, con su mujer Camilla -que había dado negativo- muy cerca de él.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El príncipe Carlos de Inglaterra se une virtualmente al saludo de Camilla
Ahí ha permanecido hasta ahora, cuando Clarence House ha anunciado que se ha puesto fin al "auto aislamiento" del príncipe Carlos y que este prosigue su recuperación gozando de "buena salud". A través de un comunicado hecho público este mismo lunes, la Casa Real británica ha deslizado que se han seguido las medidas impuestas por el médico y que este confinamiento ha durado cerca de una semana. A partir de ahora, el padre de Guillermo y Harry, de 71 años, continuará obedeciendo las instrucciones médicas de sus facultativos que coinciden con las restricciones impuestas por el gobierno de Reino Unido.
Eso sí, el hijo de la soberana no ha dejado de trabajar en ningún momento. Así lo confirmó Clarence House hace unos días, cuando desveló que Carlos de Inglaterra estaba realizando trabajo de despacho y que por el momento tenía síntomas leves de la enfermedad. Por su parte, la duquesa de Cornualles, que en su momento se sometió también al test del coronavirus, dado que había permanecido muy cerca de su marido hasta ese momento, también está tomando todas las precauciones para este tipo de situaciones y que se hacen extensibles a cualquier persona que haya tenido contacto con un enfermo de COVID-19.
Precisamente, el príncipe Carlos sí tuvo contacto días antes con otro royal que resultó dar positivo en el test del coronavirus: Alberto de Mónaco. Ambos coincidieron en un acto público el pasado 10 de marzo, cuando acudieron a una cumbre en la que se discutía el impacto del cambio climático y se debatía sobre la accesibilidad al agua potable. Allí el príncipe de Gales, que compartió mesa con el monegasca, pronunció un discurso en el que mencionó, como no podía ser de otro modo, al virus que está causando estragos en buena parte del planeta. Dos días después de aquel evento, Carlos de Inglaterra volvió a cumplir con sus compromisos profesionales al asistir a una investidura y una cena con motivo de los incendios que asolaron Australia.
Alberto de Mónaco contesta a quienes le acusan de haber contagiado a Carlos de Inglaterra
La reina Isabel II, que también convivió con una trabajadora de Buckingham que tiene coronavirus, ha extremado las medidas y se encuentra confinada en el castillo de Windsor junto a su marido, el duque de Edimburgo. Esto unido al positivo de Carlos de Inglaterra -del que tanto él como su hermano Harry se enteraron por teléfono- ha hecho que, en los últimos días, el príncipe Guillermo esté adquiriendo más protagonismo hasta el punto de que muchos se han preguntado si ha llegado ya el turno del duque de Cambridge y de su esposa. Además, esta semana tiene un simbolismo especial para los Windsor, no solo por todo lo mencionado anteriormente, sino porque este martes se hace efectiva la salida de los duques de Sussex de Buckingham. A partir de ahora ya no serán miembros senior y emprenderán al fin su tan ansiada independencia económica y física. Dentro de un año, el matrimonio revisará este acuerdo con la Reina de Inglaterra.