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Los duques de Sussex están ya en posición de salida hacia su nueva vida y lo harán desde Los Ángeles, donde se han trasladado con su hijo Archie desde Vancouver antes de que cerraran las fronteras entre Estados Unidos y Canadá por la crisis del coronavirus. En tan solo dos días, el príncipe Harry y Meghan Markle dejarán de ser miembros senior de la Casa Real y ya no contarán con la manutención de los Windsor. Además, dejarán de entrar en la categoría de personas protegidas internacionalmente, por lo que, ahora que se encuentran en un nuevo país, está cuestión podría traerles algún que otro quebradero de cabeza, ya que, según han revelado fuentes de Palacio al Daily Mail, Estados Unidos no tiene ninguna obligación de afrontar el gasto de su seguridad.
© Getty ImagesLa financiación y logística de la protección de los duques de Sussex es uno de los asuntos que más ha tardado en definirse en el acuerdo de Sandringham y muchos detalles no serán revelados precisamente para no comprometer esa seguridad. Si bien Londres y Washington tienen un acuerdo bilateral según el cual parte de los servicios secretos estadounidenses se ponen al servicio de diplomáticos o miembros de la la Familia Real que visiten el país, este pacto no tiene validez para los duques una vez abandonen sus obligaciones con la realeza. Si la pareja estuviera interesada en mantener este privilegio tendría que solicitarlo al Departamento de Estado, equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores, y sería el propio presidente Trump, con el que ambos se han mostrado críticos en alguna ocasión, quien tendría la última palabra a la hora de hacer una excepción a la norma, tal y como han asegurado al diario británico.
Además, Norman Baker, exministro de Interior británico, ha explicado al Daily Mail que una de las razones que dificultan que el erario público pueda seguir haciéndose cargo de toda o parte de la seguridad de los Sussex, es que los miembros de la realeza no pueden residir donde ellos quieran porque, por ejemplo, "el peligro en Los Ángeles es mucho más siginificativo que en los bosques de Windsor". Sin embargo, es en la ciudad californiana donde parece que se cuecen los nuevos proyectos de los duques de Sussex y algunos pronto verán la luz. Meghan Markle ya ha narrado el documental Elefante de Disneynature, un filme que estará disponible para su emisión en Disney + a partir del próximo 3 de abril. De forma gratuita, todos aquellos que se registren podrán disfrutar del servicio durante los siguientes siete días. Todo lo recaudado con esta producción irá destinado a Elephants Without Borders, una organización benéfica centrada en la vida salvaje, causa con la que colaboran los duques de Sussex desde el año 2017, cuando viajaron a Botsuana.
© Getty ImagesAdemás, Los Ángeles, donde actualmente se encuentran en aislamiento, es la ciudad natal de la duquesa y lugar de residencia de su madre Doria Ragland. A quien no ha sentado demasiado bien esta decisión es a su padre, Thomas Markle, aunque sus ataques a cada uno de los movimientos de su hija han pasado a ser una constante. En su opinión, su hijo y su yerno deberían haber regresado a Reino Unido a apoyar a la Reina, tal y como ha declarado a The Mirror. A pesar de que las circunstancias han precipitado la mudanza, parece que la decisión estaba ya meditada. "Esto es lo que siempre han querido: crear su propia vida. Debe ser un gran alivio salir del Reino Unido y seguir su propio camino", decía, antes de que dieran el paso, una fuente a la revista People, que añadió que "les encanta estar en Canadá, pero también están mirando casas en Los Ángeles.
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