Por el momento tiene síntomas leves y se encuentra bien. Se acaba de conocer que el príncipe Carlos de Inglaterra, de 71 años, ha dado positivo en coronavirus, una noticia que ha recibido mientras estaba aislado en Balmoral, Escocia, junto a su mujer Camila. Esta ha dado sin embargo negativo en las pruebas que le han hecho para detectar la presencia del mismo virus. Los hijos del príncipe Carlos, Harry y Guillermo, se han enterado de la noticia a través de sendas llamadas telefónicas puesto que ninguno de ellos está en Escocia con su padre. Harry regresó con su familia a Canadá tras su última visita a Inglaterra, mientras que Guillermo de Inglaterra se ha retirado a Anmer Hall, en Norfolk, aunque sigue cumpliendo con algunos compromisos en Londres mientras su abuela y su padre guardan el confinamiento pertinente (la reina Isabel II está en Windsor junto al Duque de Edimburgo). Los tres se han marchado al campo para aislarse y tener las precauciones pertinentes en esta alerta sanitaria.
En un comunicado se ha confirmado el positivo del hijo de la reina Isabel. “El príncipe de Gales ha dado positivo en coronavirus. Tiene síntomas leves, pero por lo demás tiene un buen estado de salud y ha estado trabajando desde casa durante los últimos días”. Desde Palacio se aclara además que “no es posible determinar quién le ha contagiado, debido a la cantidad de compromisos públicos que ha tenido durante las últimas semanas”. Carlos de Inglaterra no es el primer miembro de la realeza que padece este virus, pues la pasada semana el Palacio de Mónaco confirmó que el príncipe Alberto, de 62 años, tenía el COVID-19. Días antes, el archiduque Carlos de Habsburgo- Lorena reveló también que estaba enfermo.
Casualmente, tras conocerse el positivo del príncipe Alberto se supo que había coincidido el 10 de marzo en un acto con Carlos de Inglaterra. Un evento de Water Aid en Londres en el que se discutía el impacto del cambio climático y se debatía sobre la accesibilidad al agua potable. En esta conferencia también estaban líderes empresariales de todo el mundo, representantes del Gobierno y otras personalidades.
La Reina, de 93 años, y el duque de Edimburgo, de 98, adelantaron el comienzo de sus vacaciones de Semana Santa en el Castillo de Windsor debido a la situación sanitaria. Se espera que permanezcan allí hasta después del Domingo de Resurrección. El Palacio de Buckingham ha informado que "Su Majestad la Reina sigue gozando de buena salud” y que “vio por última vez al príncipe de Gales brevemente en la mañana del 12 de marzo y sigue todos los consejos apropiados con respecto a su bienestar".