Carlos de Inglaterra se ha convertido en el primer miembro de la monarquía británica en estar infectado por coronavirus. El heredero al trono de 71 años, se encuentra en su residencia escocesa de Balmoral, junto a su mujer, la duquesa de Cornualles. El positivo del príncipe de Gales se ha conocido este miércoles a través de un portavoz y a pesar de estar dentro del grupo de riesgo por su edad, su estado es bueno y, de momento, tiene síntomas leves. Aunque no se sabe cómo se contagió “debido a la gran cantidad de compromisos públicos que ha realizado en las últimas semanas”, el padre de los príncipes Guillermo y Harry coincidió el pasado 10 de marzo en Londres con el príncipe Alberto que el pasado jueves también se conoció que estaba infectado. Inquieta, sin embargo, que dos días después de este acto público con el monarca monegasco, el heredero vio a su madre, Isabel II de 93 años.
Dada la situación que vive Gran Bretaña y el contagio de uno de los miembros más cercanos a la soberana, el palacio de Buckingham ha querido arrojar luz sobre cómo se encuentra la jefa del Estado. “Su Majestad la Reina sigue gozando de buena salud. La Reina vio por última vez al príncipe de Gales brevemente después de la investidura en la mañana del 12 de marzo y sigue todos los consejos apropiados con respecto a su bienestar”.
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Isabel II y a su marido, el duque de Edimburgo, se encuentran en el Castillo de Windsor y permanecen alejados del resto de miembros de la Familia Real. Dada la avanzada edad de la Reina y su consorte, preocupa un hipotético contagio del heredero a sus padres. Una fuente ha manifestado al Daily Mail que “la estimación del médico de Carlos de Inglaterra es que podría contagiar la enfermedad a partir del 13 de marzo, 24 horas después de la última vez que vio a su madre”.
Aunque el príncipe de Gales vio a la Reina Isabel hace una semana, todo apunta a que hace dos meses que no coincide con su padre. Posiblemente la cumbre de Sandringham, en la que se estuvieron negociando los acuerdos del Megxit, fue la última vez que compartieron espacio.
No es la única vez que Isabel II ha estado expuesta al COVID-19 por tener cerca a alguien de su entorno contagiado. Antes de su marcha a Windsor, la Reina estuvo conviviendo en Buckhingham con una trabajadora de Palacio que también resultó infectada. Para no comprometer la seguridad y la salud de los miembros de primer nivel de la Familia Real, todos se han alejado de Londres. La monarca y su marido están en Windsor; el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, en Escocia; los duques de Cambridgem en su casa de campo de Amner Hall (Norfolk); los duques de Sussex, en Canadá; el príncipe Andrés, en el Royal Lodge de Windsor y los condes de Wessex, en Bagshot (Surrey).