Isabel II se encuentra desde hace unos días en el Castillo de Windsor. Este año y con el coronavirus asolando Europa y el Reino Unido, la Reina abandonó el Palacio de Buckingham una semana antes de lo previsto y permanecerá en una de sus posesiones más queridas hasta después de la Semana Santa. La soberana, que el 21 de abril cumplirá 94 años, se ha alejado del bullicioso Londres para pasar este tiempo de cuarentena con su marido, el duque de Edimburgo, de 98 años. Pese a las medidas de protección se ha sabido que la Reina, antes de su marcha a Windsor, estuvo conviviendo en Buckingham con una trabajadora de Palacio que ha dado positivo en coronavirus
Aunque la salud de la monarca es buena, la asistente real, cuya identidad no ha trascendido, dio positivo después de que enfermara a principios de la semana pasada y se desconoce si tuvo contacto con la Reina, según adelanta The Sun. Desde que se supo que había un contagio, todo el personal de la Casa Real que ha coincidido con esta persona se mantiene aislada.
- Isabel II cambia su agenda por el COVID-19 y apela a la unión de los ciudadanos
- Así mantiene Isabel II el contacto con su familia desde Windsor
“La trabajadora dio positivo antes de que la Reina se fuera a Windsor. El Palacio tiene una plantilla de 500 empleados, por lo que, como cualquier lugar de trabajo, no es inconcebible que se vea afectada en alguna etapa”, dijo una fuente al rotativo inglés. Mientras, la Casa Real no se pronuncia ya que “no hacemos comentarios sobre miembros del personal” y añaden que “hemos tomado las medidas necesarias para proteger a todos los empleados”, aseguran.
Mientras se ultima un discurso televisado de Isabel II a la nación, la semana pasada decidió emitir un comunicado en el que aseguró: “En momentos como estos, recuerdo que la historia de nuestra nación ha sido forjada por personas y comunidades que se unen para trabajar como una sola, concentrando nuestros esfuerzos combinados con un enfoque en el objetivo común. Estamos enormemente agradecidos por la experiencia y el compromiso de nuestros científicos, médicos y servicios públicos y de emergencia. Pero ahora más que nunca en nuestro pasado reciente todos tenemos un papel vital que desempeñar como individuos, hoy y en los próximos días, semanas y meses. Muchos de nosotros necesitaremos encontrar nuevas formas de mantenernos en contacto los unos con los otros y asegurarnos de que los seres queridos están seguros. Estoy convencida de que estaremos a la altura en este desafío. Podéis estar seguros de que mi familia y yo estamos listos para jugar el papel que nos toca”.