La despedida triunfal de los duques de Sussex como miembros ‘senior’ de la monarquía británica ya es un hecho. Aunque hasta el 31 de marzo, inclusive, aún siguen siendo ‘royals’ Meghan ha dejado claro que no piensa estar más tiempo del estrictamente necesario en territorio británico. La pareja tuvo el pasado lunes en la Abadía de Westminster su último acto público. Participó, junto con la Reina, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge y los condes de Wessex, en el Día de la Commonwealht. Tras esta última aparición oficial, Meghan ya ha regresado a Canadá donde se encuentra su hijo Archie, de diez meses. Mientas, Harry permanece en la tierra que le vio nacer planificando su futuro trabajo en Gran Bretaña.
Según informa The Telegraph, la Duquesa voló inmediatamente después de su último compromiso oficial, dejando a su marido trabajando en Londres. El príncipe Harry ha prometido que seguirá muy implicado con las causas relacionadas con el ejército y acudió este martes al Palacio de Buckingham donde mantuvo varias reuniones.
- Los duques de Sussex se van ¿y ahora qué?
- Los mejores momentos del adiós de los duques de Sussex como 'royals'
- El encuentro que casi no fue: último acto juntos de los duques de Cambridge y los de Sussex
Desde el 1 de abril los duques de Sussex tendrán libertad de movimiento para seguir sus propios intereses comerciales y despojados ya de toda vinculación profesional con la monarquía británica. No obstante, el convenio se revisará a la vuelta de doce meses y la Reina ya ha dejado claro que tendrán las puertas abiertas en caso de que quieran regresar. Esta marcha ha hecho que los Sussex hayan cerrado su oficina de Palacio, con el consiguiente despido de sus quince empleados, a los que ofrecieron una comida, la semana pasada, en un restaurante con estrella Michelin de la capital inglesa en la que se derramó más de una lágrima.
El almuerzo en el establecimiento del lujoso hotel the Goring, fue la antesala de los premios Endeavour, que supuso su reaparición junto derrochando sonrisas y complicidad en la cuenta atrás de su histórica despedida.
Ahora, y con algo más de quince días por delante de transición queda por delante saber qué es lo que han planeado su futuro, ya sin las ataduras que supone ser miembro de la Casa Real. De momento, se sabe que quieren crear una organización benéfica, que no será una fundación, pero han guardado silencio sobre el interés de Netflix por trabajar con Meghan. Mientras, los tres viven en una exclusiva vivienda de la isla de Vancouver y a la que se espera que regrese Harry en breve.
La apuesta 'lady' de Meghan en Buckingham