Después del regreso de Meghan Markle al Reino Unido, el reecuentro de los duques de Cambridge y los de Sussex era el momento más esperado y, en esta ocasión, tenía sabor a despedida. No hay duda de que si algo van a echar de menos los fans de los Windsor son estas reuniones siempre aderezadas con el morbo de los rumores de distanciamiento y una rivalidad que, existente o no, añadía un extra de expectación. Este año, el Día de la Commonwealth ha sido una jornada de celebración marcada por el adiós de los Sussex, que acudían a su último acto como 'royals' con la Familia Real y ha sido, por tanto, la última vez que un evento oficial reunía a los dos hermanos y sus esposas. A pesar de que se esperaba un encuentro final más memorable para los conocidos como 'cuatro fantásticos', los rigores del protocolo apenas les han permitido intercambiar un brevísimo saludo.
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Como novedad, este año las dos parejas se han desmarcardo de la tradicional procesión tras la Reina y llegaban a la abadía de Westmister por separado para ocupar sus asientos antes de la llegada de Isabel II con el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles. En esta ocasión, Kate Middleton tomaba el testigo del color rojo que lució Meghan en el Festival de Mountbatten, para su vestido abotonado con tocado, mientras que la esposa del príncipe Harry apostaba por el verde con un sofisticado diseño midi con capa firmado por Emilia Wickstead.
Dentro del templo, los duques de Sussex se situaban en segunda fila junto a los condes de Wessex. Los siguientes en ocupar sus asientos han sido los duques de Cambridge, que dedicaron un breve saludo, tanto a los príncipes Eduardo y Sophie como a Harry y Meghan, que se encontraban más alejados, antes de sentarse en el extremo de la primera fila junto a la duquesa de Cornualles y Carlos de Inglaterra. A la derecha de su hijo, presidiendo el acto, se encontraba Isabel II, con un traje azul.
Al final de la ceremonia, la familia ha desfilado tras la Reina en el mismo orden para saludar a las autoridades religiosas y a los participantes en el acto. El príncipe Guillermo y su esposa caminaban delante de Harry y Meghan, pero cada pareja se fue en un coche al finalizar el acto, cuya institucionalidad no dejó margen a una conversación entre las parejas o a un posado conjunto. Sí han podido charlar, sin embargo, con algunas de las personalidades que participaban en el gran día de la Commonwealth como el cantante Craig David, que ha estado un buen rato departiendo con los Sussex.
Aunque es la primera vez que vemos a la familia al completo en público desde que los Sussex iniciasen su separación de la Casa Real, los hijos de Carlos de Inglaterra ya se encontraron en la famosa cumbre de Sandringham donde el núcleo duro de los Windsor perfilaron los términos en los que se produciría la salida de los duques. Eran tiempos convulsos, a pesar de la imagen de consenso que se trató de transmitir tras la reunión que tenía lugar después de que la prensa británica se hiciese eco de la decepción de Guillermo de Inglaterra con la decisión de su hermano. Sin embargo, el Daily Mail publicaba poco antes del regreso de Harry a Canadá con su familia, que los dos hermanos se habían visto en privado para limar asperezas.
La última vez que habíamos visto a los cuatro juntos fue en los actos con motivo del Día del Recuerdo, que conmemoran el aniversario del armisticio de la primera guerra mundial. Era justo antes de que los duques de Sussex iniciasen su retiro, que se anunció como temporal, en Canadá durante seis semanas y en aquella ocasión el protocolo también impidió la codiciada fotografía de las parejas conversando, ya que tanto en el festival que acogió el Royal Albert Hall como en el homenaje a los caídos en el Cenotafio, la Familia Real debía situarse por estricito orden jerárquico.
Casi cuatro meses después de este último encuentro, el Día de la Commonwealth, una de las celebraciones más importantes del país que se celebra el segundo lunes de cada marzo, ha vuelto a reunir a los Windsor en este servicio multirreligioso que acoge la Abadía de Westminster. Los duques de Sussex, que a partir del 31 de este mes se verán exentos de obligaciones reales, accedieron, a petición de la Reina, a participar en este gran acto. Además, está dedicado a todos los países de la enorme mancomunidad de naciones que es la Commonwealth, entre los que se encuentra Canadá, donde residen ahora el príncipe Harry y Meghan Markle con su hijo Archie.