Los duques de Sussex se encuentran estos días en Reino Unido donde están atendiendo sus últimos compromisos como ‘royals’ antes de que se materialice su desconexión total de la Familia Real británica. Este lunes tendrán su último acto como miembros de primer rango de la monarquía y a partir del 1 de abril ya podrán desvincularse de sus deberes institucionales y ser financieramente independientes como era su deseo. El príncipe Harry y Meghan han ido desmantelando poco a poco su vida en Inglaterra y eso incluye al personal que tenían hasta ahora en su oficina del Palacio de Buckingham. El pasado febrero se hizo público que habían despedido a sus quince trabajadores a raíz de la nueva vida de la que ya están disfrutando en Canadá. Ahora, en su regreso a Londres, los Duques han querido tener un último detalle con su equipo.
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Antes de su gira de despedida, Harry y Meghan ofrecieron un almuerzo a sus exempleados el pasado jueves, horas antes de su reaparición en los premios Endeavour, según ha adelantado Page Six. La comida tuvo lugar en el hotel de cinco estrellas The Goring, ubicado en una tranquila calle londinense de Belgravia y cuyo restaurante, con una decoración clásica, se encuentra entre los cuatro únicos establecimientos de Londres con una estrella Michelin. La comida estuvo cargada de emotividad y según el medio estadounidense, algunos de los comensales se emocionaron hasta las lágrimas.
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Fue en enero cuando los duques de Sussex comunicaron personalmente a su equipo que se mudarían a Canadá y que ya no les necesitarían. Algunos de sus empleados seguirán trabajando en Buckingham, pero la mayoría ya han negociado las indemnizaciones de sus despidos.
“Harry y Meghan a menudo han hecho cosas divertidas con su staff como organizar fiestas con pizzas o contratar camiones de helados para su personal, pero querían hacer algo especial”, dijo una fuente al citado medio. “Brindaron por el equipo y les agradecieron su trabajo. Han pasado mucho tiempo juntos y los empleados han estado trabajando las 24 horas para asegurarse de que esta última visita fuera lo mejor posible”, asegura la misma fuente.
Entre los profesionales que se han ido está la secretaria privada de la pareja, Fiona Mcilwham, y su jefa de comunicaciones, Sara Latham, que anteriormente trabajó para los Obama y fue la asesora principal en la campaña de Hillary Clinton. También se ha prescindido de la secretaria asistente de comunicaciones, Marnie Gaffney. Otra funcionaria despedida es Julie Burley, que trabajó con el príncipe Harry y los duques de Cambridge para sacar su campaña sobre la salud mental, Heads Together, y dirigió las comunicaciones de los primeros Juegos Invictus en 2014. Clara Loughran, que tuvo un papel muy significativo y emotivo, al entregar a Meghan su ramo de novia el día de su boda, ha dejado de prestar sus servicios. Gran parte de los miembros de su oficina llevaba junto al Príncipe desde mucho antes de su matrimonio con Meghan. Paralelamente, la pareja ha ido creando un equipo al otro lado del charco entre el que hay agentes y publicistas de Hollywood, algunos de los cuales ya habían trabajado con la Duquesa en su época de actriz.
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