Fue la noche del jueves cuando los duques de Sussex reaparecían en Londres para la entrega de los premios Endeavour, pero aunque los vimos retomar sus compromisos oficiales hace solo unas horas, lo cierto es que el matrimonio genera una gran expectación a cada paso que dan. Es por eso que el príncipe Harry y Meghan Markle han vuelto a acaparar todas las miradas en su penúltimo acto público antes de cumplir con su deseo de dejar de ser miembros senior de la Familia Real británica y comenzar a escribir un nuevo capítulo de sus vidas lejos del Reino Unido. Los padres de Archie Harrison han sido los indiscutibles protagonistas del Festival de Música de Mountbatten, celebrado en el Royal Albert Hall.
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El hijo menor de Diana de Gales y su esposa han llegado al emblemático teatro muy cómplices y repartiendo sonrisa entre todos los asistentes. Ya en el interior, los duques de Sussex se han mostrado entusiasmados con este encuentro anual de las bandas de la Royal Navy, quienes han llenado al público de energía en un espectáculo extraordinario que volverán a hacer este domingo sobre el mismo escenario.Meghan Markle y el príncipe Harry han accedido al palco dispuestos a disfrutar del show en el que se incluyen bandas sonoras de películas y "las tradicionales marchas y oberturas que han tenido tanto éxito entre el público a lo largo de los años". Además, todo lo recaudado en estos conciertos irá destinado a The Royal Marines Charity y CLIC Sargent.
Las miradas no solo se han posado en los duques de Sussex por ser uno de sus últimos actos al servicio de la realeza británica sino porque el look de Meghan Markle no ha pasado desapercibido. La nuera del príncipe Carlos está radiante con un espectacular vestido rojo con falsa capa en los hombros, un original diseño firmado por Safiyaa. Para los complementos ha optado por el mismo color, zapatos, bolso y pendientes también en rojo. Además, ha coincidido en tonalidad con su marido ya que el príncipe Harry ha vestido el uniforme de Capitán General de los Royal Marines.
Un punto de inflexión
A partir del 1 de abril, los Sussex ya no tendrán que realizar actos institucionales representando a la Corona británica, podrán romper lazos con la Familia Real británica y ser financieramente independientes, como es su deseo. Sin embargo, es este lunes 9 de marzo cuando se despedirán de la agenda oficial. Lo harán en la celebración del Día de la Commonwelth, un importante acto en el que la propia reina de Inglaterra les pidió que estuvieran presentes. Meghan y Harry se retirarán de la vida pública presenciando en la Abadía de Westminster un servicio multirreligioso junto a la Reina, los duques de Cambridge, el príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles y otros invitados entre los que habrá representantes políticos y miembros de la sociedad civil.
Una vez que este acto llegue a su fin, los Duques regresarán a Canadá para reunirse con su hijo y comenzar a escribir un nuevo capítulo. Desde ese momento comenzarán a trabajar al margen de los Windsor y puede que fijen su residencia en Estados Unidos, donde tendrían cerca a Doria Ragland. A pesar de que ellos mismos confesaron su intención de establecerse en Vancouver, finalmente podrían decantarse por Malibú. Tal y como informaba Daily Mail, Meghan y Harry se habrían interesado por una espectacular vivienda unifamiliar cercana a la costa cuyo precio es de casi seis millones y medio de euros con cinco habitaciones, cancha de tenis, piscina, bodega y sala de cine. Si finalmente se mudan allí, tendrán como vecinos a rostros tan conocidos como Robert Downey Jr, Mel Gibson, Dick Van Dyke o Caitlyn Jenner.