Han pasado casi dos meses desde la última vez que vimos a Meghan Markle en suelo británico. La duquesa de Sussex reapareció en público el pasado 7 de enero. Lo hizo con su marido, el príncipe Harry, con el que visitó la Casa de Canadá en Londres. Veinticuatro horas después de ese acto, los duques de Sussex anunciaban, vía comunicado, la noticia más inesperada e impactante: su intención de renunciar a sus obligaciones reales para volcarse en sus propios proyectos, una decisión que se hará efectiva el próximo 31 de marzo y que supondrá un cambio drástico en la vida de los dos protagonistas.
Por eso la aparición de la pareja, este jueves por la tarde, era tan esperada. Durante días, incluso semanas, esta fecha ha estado marcada en rojo en el calendario 'royal' y la expectación era máxima ante la llegada de Harry y Meghan a la entrega de premios Endeavour, que reconocen la labor de aquellos militares veteranos heridos en acto de servicio que recurren al deporte como parte importante de su recuperación. Este evento ha sido una constante en la agenda del matrimonio en los últimos años. En 2018, Meghan acudió como prometida del Príncipe, y un año después lo hacía por primera vez como duquesa de Sussex. En aquel momento, además, lució tripita de premamá con un esmoquin bicolor.
Así vivieron el príncipe Harry y Meghan Markle los premios Endeavour el año pasado
A su llegada, este jueves por la tarde, a los premios, la pareja se ha mostrado muy sonriente, cercana y especialmente relajada. No es de extrañar, teniendo en cuenta que desde que dejaron Reino Unido y pusieron rumbo a Canadá, su vida ha estado alejada del foco mediático. En Vancouver han podido dedicarse a ellos mismos y a sus propios proyectos. Han realizado largos paseos con el pequeño Archie y con sus perros, han hecho excursiones por la zona y ha practicado deporte como el yoga, al que Meghan es una gran aficionada. La vida familiar, en definitiva, ha sido su prioridad. Hasta esta semana.
Para su esperada reaparición, Meghan, consciente de que acapararía todas las miradas y los flashes, no ha dejado la elección de su estilismo al azar. Ha optado por alegre vestido azul turquesa de su amiga Victoria Bechkam de manga corta y falda tubo, que ha combinado con zapatos de tacón oscuros y 'clutch' a juego. Harry y su esposa han hecho su entrada bajo un paraguas -dada la lluvia que asola a esta hora la capital británica- y del brazo en la Mansion House, la residencia oficial del Lord Mayor de la City de Londres. En su cabello, la Duquesa ha optado por una coleta. Por su parte, su marido también ha elegido el mismo color, el azul, para su traje. Los dos han entrado entre vítores (y algún que otro abucheo). Una vez en el interior, la pareja ha podido conversar con algunos de los nominados.
Durante la gala, además de asistir en directo a una inesperada pedida de matrimonio por parte de uno de los galardonados, Harry y Meghan se han encargado de entregar un premio cada uno. "Es muy agradable estar de vuelta. Es el tercer año que tengo la oportunidad de unirme a mi marido aquí. Como todos sabéis y y podéis sentir, esto es el lugar más inspirador. Mientras veíamos todos los vídeos de los nominados en Canadá, teníamos la misma idea que vosotros: '¿Cómo vais a poder elegir?'. Así que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido", ha comentado la duquesa de Sussex justo antes de hacer entrega de uno de los galardones. El nieto de Isabel II, por su parte, ha sido el responsable de cerrar el acto con un largo y profundo discurso en el que ha hecho referencia a su abuela y a su nueva vida alejada de palacio. "Servir a la reina y a nuestro país es algo de lo que todos nos enorgullecemos y que nunca nos deja: servir una vez significa servir toda la vida", ha espetado.
Una vez terminado el evento, los Duques han abandonado el lugar, no sin antes escuchar, por boca de varios seguidores que es esperaban en la calle, el tema 'Over de raimbow'. El de este jueves no es el último acto al que acude el matrimonio antes de dar por finalizada su etapa como 'royals senior' dentro de la Familia Real británica. El sábado, un día después de que Harry acuda en solitario a un acto de Silverstone con el piloto Lewis Hamilton, los duques de Sussex se trasladarán al Royal Albert Hall de Londres para asistir al Festival de Música de Mountbatten. Ya el lunes, tendrá lugar el esperado encuentro de Harry y Meghan con los duques de Cambridge en la Abadía de Westminster, donde coincidirán también con la reina Isabel II de Inglaterra, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles. ¿El motivo? Las celebraciones por el Día de la Commonwealth.