El próximo 29 de mayo se darán el 'sí quiero' Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi y, a medida que se acerca la fecha, conocemos más detalles sobre un enlace que estuvo durante muchos meses ensombrecido por los escándalos del príncipe Andrés. Sin embargo, el gran día se acerca y los novios siguen adelante ilusionados con los preparativos, a pesar de las crisis familiares. Si hace unas semanas, la Princesa confirmaba que sería su padre el que la llevaría al altar, ahora el empresario italiano ha escogido a su padrino, -en Reino Unido no existe la figura de la madrina- y la elección es muy poco convencional, ya que, según ha confirmado un portavoz al Daily Mail, se tratá de su hijo Wolfie, de tres años.
El pequeño tendrá un papel fundamental en la ceremonia y será el más joven en ejercer este rol, llamado best man en inglés, en una boda real inglesa. Será el encargado de llevar los anillos en la Capilla Real de Saint James y asistir a su padre en todo momento, como una versión masculina de las damas de honor de la novia. Aunque tradicionalmente debería dar un discurso en la recepción que ofrecerán en el Palacio de Buckingham, todo apunta a que, o bien le perdonarán esta tarea o, al menos, contará con algo de ayuda.
Un amigo de la pareja ha asegurado al diario británico que su intención con este gesto es que el niño se sienta querido por Beatriz. Su madre, Dara Huang también está invitada a la boda y estará pendiente de su hijo en todo momento. La arquitecta chino-estadounidense siempre ha mantenido una excelente relación con su ex y lo ha demostrado hace unos meses con sus palabras tras conocer el compromiso de la hija del duque de York y Sarah Ferguson y Edoardo Mapelli. “Le deseo lo mejor a Edo y Beatriz y espero que unamos nuestras familias”, declaraba al Daily Mail.
La pareja, que anunció su compromiso el pasado 26 de septiembre, avanza con los preparativos de una boda de la que, poco o nada, se sabía hasta hace menos de un mes, cuando se desvelaba la fecha y también el lugar en el que sellarán su amor. Finalmente, será la Capilla Real de Saint James, en Londrés, la que acogerá la ceremonia y no la de Saint George, en Windsor, donde tuvieron lugar las últimas bodas reales, incluida la de su hermana Eugenia y Jack Brooksbank. Para la recepción, sin embargo, Beatriz ha contado con el regalo inesperado de Isabel II, que le ofreció el Palacio de Buckingham. La residencia de la Reina no acogía la celebración de una boda desde la de los duques de Cambridge en 2011.