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Harry de Inglaterra siempre ha sido el nieto favorito de Isabel II, siempre ha contado con su consejo y con su aprobación. Siempre, hasta ahora. La drástica decisión de los duques de Sussex de abandonar la primera línea de la Familia Real británica ha tenido drásticas consecuencias. Cierto es que no ha cambiado el amor de abuela, lo que no hay que confundir con la permisividad de la Reina. Les ha dado su bendición para que empiecen la nueva vida que anhelan lejos del reino, pero también ha dado un golpe de cetro imponiendo a la pareja una serie de restricciones, que no entraban en sus planes perfectos y que consideran sumamente injustas, como impedirles el uso de la marca Sussex Royal a partir de ahora.
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Las últimas semanas de los duques como miembros senior de la Corona británica no serán fáciles, aunque se amparen en el protocolo y no exterioricen ni medio desánimo. Ya se mentalizan para algún que otro posible desdén en los últimos compromisos oficiales a los que asistirán en Londres antes de rescindir el próximo 1 de abril sus obligaciones reales. Pero tampoco están solos. Si bien la reina Isabel se debe al reino y no puede consentirles en todo como abuela, el príncipe Harry tiene todo el apoyo de la otra abuela, Helen Mirren, que se ha puesto abiertamente de su parte en una entrevista, y se le presume cierta autoridad en el tema después de haber interpretado a la soberana británica en The Queen, papel por el que ganó un Oscar a la mejor actriz.
Su opinión como alter ego de la reina Isabel albergaba especial interés, razón por la que durante una de sus últimas entrevistas le preguntaron por la polémica renuncia de los duques de Sussex. La reina de la gran pantalla aprovechó para aplaudir a la que fuera compañera de profesión antes de mudar en duquesa: “Meghan Markle fue una fantástica incorporación a la Familia Real británica: encantadora, amable, dulce… Representó muy bien su papel. ¡No parecía una neurótica!”, declaró en Variety.
“Creo que todos perdemos con su marcha. Pero al mismo tiempo estoy segura de que sus instintos (de alejarse) son absolutamente correctos. Creo que todo, con suerte, se solucionará y que los tabloides se olvidarán de ella y acabarán superando el trauma de no tener a alguien como ella a quien atacar todo el tiempo. Encontrarán otra víctima… Probablemente, yo”, dijo con una sonrisa, que apostillaba su característico humor británico. Pues sí, la pasión de abuela también traspasa la pantalla.