El adiós definitivo de Harry y Meghan como miembros senior de la Familia Real británica ya tiene fecha: a partir del 31 de marzo, los duques de Sussex ya no podrán representar a la reina Isabel II de Inglaterra en los diversos actos institucionales, dejarán de percibir la subvención procedente de los fondos de Buckingham y del príncipe de Gales y emprenderán, al fin y de manera oficial, su anhelada vida lejos de palacio y de la marca Sussex Royal, que tampoco podrán utilizar, tal y como anunció el pasado viernes un portavoz del matrimonio.
La respuesta de los duques de Sussex a la prohibición de usar la marca Sussex Royal
Nuevo capítulo en la guerra por la marca de los duques de Sussex
A partir de ese momento, los duques de Sussex tendrán un nuevo espejo en el que mirarse. No solo de cara a sus proyectos, sino a su economía. Los Beckham -David y Victoria-, los Obama -Barack y Michelle- y los Clooney -George y Amal- serán, en este sentido, algunos de sus referentes. "El atractivo de Harry y Meghan es diferente. Hay una característica en ellos como de cuento de hadas. Su marca es similar a otras parejas de poder, pero ellos tienen el polvo mágico de la realeza. Creo que podríamos verlos fácilmente en la lista del Sunday Times en diez años y clasificarles como multimillonarios en 20 años", explica Robert Watts, del Sunday Times, en conversación con ¡HELLO!.
De momento van por buen camino. En las últimas semanas, Harry y Meghan han acudido a distintos eventos por los que han recibido cuantiosas sumas económicas. La conferencia que JP Morgan organizó el mes pasado en Miami -en la que coincidieron con Jennifer Lopez y Alex Rodríguez- les aportó copiosos beneficios que algunos medios cifraron en cerca de un millón de euros. Mientras cumplen con sus propios compromisos, entre los que se encuentran los relativos a los Juegos Invictus -una iniciativa en la que seguirán muy volcados-, los duques de Sussex se están desvinculando poco a poco de sus obligaciones reales. El período de transición que estableció Isabel II finaliza el 31 de marzo, pero hasta entonces tienen varios actos en agenda.
El 28 de febrero, el príncipe Harry acudirá a un acto del coro de los Invictus junto a Jon Bon Jovi. El 5 de marzo, se dejará acompañar por su mujer en los Premios Endeavour. Al día siguiente, el hijo de Carlos de Inglaterra volverá a aparecer en público, esta vez en un evento de Silverstone al que también asistirá el piloto Lewis Hamilton. Ya el 7 de marzo, el matrimonio se desplazará al Royal Albert Hall, donde se celebrará el Festival de Música Mountbatten. Y dos días después, acompañarán a la soberana, a los duques de Cambridge, al príncipe de Gales y a la duquesa de Cornualles en las actividades con motivo del día de la Commonwealth.
La nueva vida de Harry y Meghan se prolongará, en principio, un año. Será dentro de 12 meses cuando la pareja revise, junto a los Windsor, este modelo nunca antes implantado en el seno de la Familia Real británica. En ese momento, unos y otros comprobarán si esta etapa iniciada por los Duques por voluntad propia funciona o no. Por lo pronto, no parecen estar teniendo problemas financieros, a pesar de no poder utilizar la marca Sussex Royal a partir del 31 de marzo. Algunos medios británicos apuntan que eso no será óbice para que puedan obtener ingresos, cual influencers, con el posible uso y explotación comercial de sus perfiles.
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