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Poco le ha durado la alegría al príncipe Andrés por su 60º cumpleaños, que se celebró de manera íntima con una comida en su residencia el pasado 19 de enero. El caso Epstein le sigue persiguiendo de una u otra manera y ya se encuentra asediado por distintas investigaciones que se están realizando para esclarecer la trama sexual de tráfico de menores del millonario fallecido. La fiscal general de las Islas Vírgenes americanas, un territorio no incorporado a los Estados Unidos, no descarta interrogar al tercer hijo de Isabel II para esclarecer los hechos.
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Denise George ha dicho a The Sun que “apuntamos a la evidencia, la evidencia puede llevarnos a gente. Pero apuntamos a la evidencia. Veamos a dónde nos lleva”. El origen de que esta fiscal acabe tomando declaración al duque de York se produce después de que uno de los trabajadores de Jeffrey Epstein afirmara que vio al Príncipe besando y realizando tocamientos a Virgina Roberts, la mujer que le acusa de haber mantenido relaciones con él cuando tenía 17 años en su casa de la isla privada de Little Saint James.
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También Scotland Yard está recibiendo presiones para que se conozcan los detalles sobre su propia investigación después de que se pusiera en duda la coartada del Príncipe la noche en que Virgina Roberts le acusa de haber intimado con ella. Uno de los miembros de seguridad ha manifestado que el Duque regresó al Palacio de Buckingham horas después de que supuestamente estuvo con ella. Por su parte, el exmarido de Sarah Ferguson asegura que esa noche estuvo en casa después de llevar a su hija Beatriz a cenar a Pizza Express.
Estas no son las únicas investigaciones a las que tiene que hacer frente Andrés de Inglaterra. Hace un mes la Fiscalía de Nueva York informó de la “nula cooperación” del hermano del príncipe de Gales en la investigación después de que el fiscal Geoffrey Berman se pusiera en contacto con sus abogados sin obtener respuesta. También se le relaciona, según ha publicado el Daily Mail, con Peter Nygard, un empresario canadiense acusado de tráfico sexual de menores y al que visitó junto con su familia en su casa de las Bahamas en el año 2000.