Tras anunciar su deseo de dar un paso atrás en sus obligaciones y dejar de ser miembros senior de la Familia Real británica, los duques de Sussex están instalados en Vancouver, donde llevan una vida tranquila y alejada del foco mediático en la que disfrutan haciendo planes con su hijo, el pequeño Archie. Sin embargo, la agradable estancia del príncipe Harry y Meghan Markle en Canadá podría ser solo temporal. Tras una visita a California han surgido los rumores de una posible mudanza a Malibú, donde tendrían la oportunidad de estar más cerca de la madre de ella, Doria Ragland, quien vive en Windsor Hills. Tal y como adelanta Daily Mail, el matrimonio se ha interesado por espectacular vivienda unifamiliar cercana a la costa cuyo precio es de casi seis millones y medio de euros.
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La casa en la que podrían instalarse próximamente los Sussex y el pequeño Archie consta de cinco habitaciones y un enorme jardín en el que, además de disfrutar de la naturaleza pueden practicar diferentes deportes ya que hay una cancha de tenis y una pisicna. Esta vivienda, que está dentro de una urbanización con seguridad privada para velar por la intimidad de todos los vecinos, perteneció anteriormente al artista francés David Charvet, conocido por participar en series tan populares como Melrose Place, donde daba vida a Craig Field o Los vigilantes de la playa, ficción en la que interpretaba a Matt Brody. El actor y cantante vivió allí con la modelo Brooke Burke, con la que se casó en agosto de 2011. La pareja, que se separó en 2018, tiene dos hijos, Heaven Rain y Shaya Braven.
Si finalmente deciden instalarse en esta mansión de Malibú, los duques de Sussex tendrían como vecinos a otros rostros conocidos del mundo del espectáculo o el deporte ya que allí se encuentran también las viviendas de Robert Downey Jr, Mel Gibson, Dick Van Dyke o Caitlyn Jenner. Ha sido precisamente esta última, que ganó la medalla de oro en el decatlón de los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, quien ha hablado de la posibilidad de tener en su misma urbanización al nieto de la reina Inglaterra y su familia. Durante una entrevista concedida hace una semanas en el programa Loose Women, la ex de Kris Jenner habló de esta posible mudanza. "Escuché que estaban buscando una casa en Malibú. Debe haber sido duro. Todos merecen ser felices", explicaba, añadiendo que se alegra por ellos y que considera que para Meghan debió ser "un gran shock" entrar a formar parte de la Familia Real británica.
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Sea cual sea su próxima residencia, los duques de Sussex van poco a poco cerrando capítulos para poder cumplir su deseo de ser financieramente independientes. De hecho, días atrás cerraban su oficina del Palacio de Buckingham y despedían a quince empleados, entre los que se encuentran su secretaria privada, Fiona Mcilwham, y la jefa de comunicaciones, Sara Latham, que anteriormente trabajó para los Obama y fue la asesora principal en la campaña de Hillary Clinton. Paralelamente, la pareja ha ido creando un equipo al otro lado del charco entre el que hay agentes y publicistas de Hollywood, algunos de los cuales ya habían trabajado con la Duquesa en su época de actriz.
Así será el último acto oficial de los duques de Sussex
El 9 de marzo, día de la Commonwelth, será la última vez que se les vea como miembros de primer nivel de la monarquía británica. La Reina les ha pedido que acudan a este importante acto, y aunque su presencia aún está por confirmar se supone que aceptarán la invitación de Isabel II. La celebración anual de la conocida como Mancomunidad de Naciones se celebra cada año el segundo lunes de marzo y es un acto muy colorido de enorme importancia en el calendario británico. La Abadía de Westminster será el escenario principal de un día en el que además de a la Reina y los duques de Sussex se espera a los duques de Cambridge, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles.
En los muros de la imponente iglesia tendrá lugar un servicio multirreligioso a la que suelen acudir unos 2.000 invitados entre representantes políticos y miembros de la sociedad civil y que es retransmitido en directo por la BBC. El acto comienza con un desfile de banderas de todos los países que forman la Commonwealth y que aún mantienen lazos con Reino Unido. Tanto dentro como fuera de la Abadía un crisol de culturas lo invade todo en forma de bailes, música y actuaciones. La Reina también pronunciará un discurso que se retransmite en todo el mundo y en algunas de las naciones de esta comunidad suele ser un día festivo, aunque no en Gran Bretaña.