Aún no ha pasado un mes del acuerdo conocido como Megxit por el que los duques de Sussex daban un paso atrás en sus roles como miembros de primer fila de la Familia Real y lograban su deseo de poder ser financieramente independientes para lograr su ansiada independencia. Dejar su vida institucional no ha sido fácil y tanto el príncipe Harry como Meghan han tenido que pagar un peaje. Además de pagar la reforma de su casa de Frogmore Cottage, de no poder seguir representando a la Reina (como era su deseo) y de perder el tratamiento de altezas reales, el nieto de Isabel II también ha perdido su nombramientos militares que heredará su tía, la princesa Ana.
La única hija de la soberana, de 69 años, será nombrada capitana general de los Royal Marines, según ha adelantado The Sunday Times y hará historia al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo cuando su sobrino renuncie oficialmente al cargo la próxima primavera. La princesa es toda un veterana asumiendo funciones militares y trabaja en más de 65 organizaciones diferentes relacionadas con el ejército, de las que siete son canadienses. Tiene el rango de almirante y comandante en jefe de mujeres en Marina Real. Además está casada con sir Timoty Laurence, vicealmirante de la Marina.
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Harry heredó en 2017 de su abuelo, el duque de Edimburgo, el cargo de capitán general de los marines y dado que tanto él como Meghan han renunciado a sus deberes reales, también debe renunciar a sus títulos militares como parte del acuerdo, que tuvo lugar tras la cumbre de Sandringham a la que acudieron Harry, el príncipe Guillermo, el príncipe Carlos y la Reina. Será la soberana la que anunciará el relevo a su debido tiempo, según el rotativo británico.
Además de capitán general, el príncipe Harry también es capitán de navío (comodoro) de buques pequeños y buceo en la Marina Real y comandante aéreo honorario en la Fuera Aérea Británica Honington en Suffolk.
Los duques de Sussex se encuentran actualmente viviendo en Canadá con su hijo Archie, pero se espera que el Príncipe regrese al Reino Unido el próximo mes para la despedida de los marines. También se espera que la princesa Ana acuda, según la publicación. Algunas fuentes apuntan a que el duque de Edimburgo, que ostentó el cargo durante 64 años, está ansioso de que su hija asuma el papel de su nieto. Con este movimiento se espera que la figura de la princesa Ana sirva de inspiración para que las mujeres consideren hacer carrera en las Fuerzas Armadas.
Después de ingresar en la prestigiosa academia militar de Sandhurst en 2005 como el cadete oficial Gales, el príncipe Harry fue oficial en el House of Cavalry’s Blues and Royals en abril de 2006. Durante su década en el ejército estuvo destinado dos veces en Afganistán y se graduó como comandante de helicóptero apache. Fue precisamente el ejército el que brindó al hijo de la princesa Diana su primer acercamiento a una vida alejada de la realeza.
La carrera militar del duque de Sussex terminó en junio de 2015, pero ha seguido muy vinculado al mundo castrense en diversas ceremonias. Algunas voces como Lord West, exministro del Interior y jefe del Estado Mayor Naval, expresó su pesar porque el Príncipe tuviera que renunciar a sus nombramientos militares. “Toda esta situación es extremadamente triste y creo que es desafortunado, después de su espléndido servicio en el ejercito, que ahora ya no esté involucrado con los militares en el Reino Unido”.
La rutina favorita de Meghan Markle y el príncipe Harry en su retiro canadiense