En medio del revuelo ocasionado por el acuerdo que regula el nuevo estatus de los duques de Sussex, tras expresar sus deseos de dejar de pertenecer a la Familia Real, se ha conocido una noticia que llevaba en secreto medio año: la identidad de los padrinos de bautismo de Archie. El príncipe Harry y Meghan quisieron que su hijo recibiera el sacramento en la más estricta intimidad en la capilla del Castillo de Windsor por el arzobispo de Canterbury en una ceremonia a la que acudieron un grupo muy cercano de familiares y amigos. Mientras que los duques de Cambridge hicieron público el nombre de los padrinos de sus hijos los días en que recibían las aguas bautismales, los duques de Sussex insistieron en que los de Archie permanecerían ocultos “de acuerdo con sus deseos”.
Ahora se han revelado dos de los nombres de los guardas espirituales del pequeño: Tiggy Pettifer (anteriormente Legge- Bourke) exniñera de los príncipes Guillermo y Harry y Mark Dyer, antiguo compañero del príncipe de Gales, que se convirtió en mentor y amigo íntimo de los hijos de Carlos de Inglaterra, según ha publicado The Times.
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Lo cierto es que Tiggy fue fotografiada llegando el 6 de julio de 2019 al bautizo de Archie, lo que despertó todo tipo de especulaciones de que ella podría ser una de las elegidas. A sus 54 años, actualmente, vive en Glanusk Estate, en Gales. En la década de los años noventa cuidó a los príncipes Guillermo y Harry hasta 1999 cuando se casó con el exoficial del ejército británico Charles Pettifer. Tiggy entró a trabajar en Palacio cuando el príncipe Carlos y la princesa Diana se estaban separando. Rápidamente se convirtió en una gran apoyo emocional para los jóvenes príncipes.
Al parecer, Harry presentó a su mujer a Tiggy, poco después de que la pareja anunciara su compromiso en noviembre de 2017. Según reveló una fuente a HELLO!: “Harry no podía esperar a presentarlas. Aunque las dos son muy diferentes, se llevaron muy bien. Ella es una persona muy importante en la vida de Harry, casi como una figura materna, ya que cuidó de él cuando murió la princesa Diana”.
El exasistente real Mark Dyer fue visto llegando a la cena benéfica de este domingo, que tuvo lugar en el Ivy Chelsea Garden, en la que el Príncipe dio un emotivo discurso en el que expresó “su gran tristeza” por haberse apartado de la vida real. Antes, el duque de Sussex también asistió a una cena con amigos en el pub Brook House en el barrio londinense de Fulham, cuyo propietario es precisamente Mark. Además, el hijo de Mark, Jasper, fue uno de los niños que formaron parte del cortejo nupcial el día de la boda de los duques de Sussex.