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Con una gran sonrisa y el aspecto satisfecho de quien acaba de solventar la que parecía la gran crisis de la Monarquía británica. Así ha reaparecido Isabel II en la iglesia de Saint Mary the Virgin, en el condado de Norfolk, para asistir a misa como de costumbre un día después de anunciar los detalles del acuerdo al que han llegado con los duques de Sussex, que abandonarán definitivamente sus obligaciones con la Realeza en la primavera de 2020. Además, lo ha hecho acompañada de su hijo, el duque de York, el protagonista de otra de las polémicas que han capeado de los Windsor en los últimos meses y que ha acabado por verse eclipsada por la decisión de Harry y Meghan.
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© GtresonlineLa Soberana, con un abrigo de pata de gallo balnco y negro y un elegante sombrero con un detalle floral, llegaba a la parroquia en coche rodeada de una gran expectación en forma de periodistas y curiosos que, móvil en mano, se agopaban en las inmediaciones para inmortalizar el momento. Junto a ella, con un gesto algo más serio, el príncipe Andrés, charlaba con el reverendo y otras dos personas que acudían a recibirles. Aunque no ha habido escándalo Real que haya hecho a la Reina perder sus costumbres, su rostro este domingo reflejaba que, al menos, la tensión y la incertidumbre ya ha desaparecido.
© GtresonlineEl acuerdo hecho público ayer establece que los duques de Sussex perderán el tratamiento de 'Alteza Real' y serán independientes económicamente, hasta tal punto, que Harry y Meghan se han comprometido a reponer a las arcas públicas los 2,4 millones de libras que costó la reforma de Frogmore cottage, que seguirá siendo su residencia mientras estén en Reino Unido. Además, la Reina no ha permitido medias tintas en su intención de dar un paso atrás y en ningún caso representarán a la Reina en actos oficiales, aunque podrán mantener sus patronazgos y asociaciones a título privado.
Además de desgranar los detalles del nuevo estatus de los duques de Sussex, Isabel II emitía este sábado otro comunicado previo anunciando que ya habían llegado a un acuerdo, con un tono más personal. En él, agradecía su trabajo y su dedicación y admitía el "intenso escrutinio" al que ha sido sometida la pareja. Además, finalizaba deseándoles lo mejor en su nueva vida y con un cariñoso mensaje dirigido a Meghan Markle: "Estoy particularmente orgullosa de cómo Meghan se ha convertido en una más de la familia tan rápido".
© GtresonlineLos duques de Sussex no han sido los únicos en dar un paso atrás en sus obligaciones institucionales en el último año, aunque por distintas razones. El príncipe Andrés anunciaba a finales de noviembre del pasado año su retirada de la vida pública tras verse involucrado en el escándalo 'Epstein'. Su relación de amistad con el financiero estadounidense que apareció muerto en su celda en el mes de agosto mientras esperaba para ser juzgado por delitos de tráfico sexual de menores le llevó a conceder una entrevista en la BBC con la que zanjar todas las especulaciones. Sin embargo, no logró convencer de su inocencia a una opinión pública que se le volvió aún más en contra. La salida que encontró el duque de York, contando con el apoyo de su familia, fue dar un paso atrás en sus deberes institucionales.
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