Ya hay fumata blanca. Después de una semana de conversaciones para tratar de definir el futuro de los duques de Sussex la reina Isabel II ha emitido el siguiente comunicado anunciando, en primera persona y con el tono personal que ya empleó tras la cumbre de Sandringham, que habían llegado a un acuerdo con los duques de Sussex:
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"Después de muchos meses de conversaciones y las discusiones más recientes, estoy encantada de que juntos hayamos encontrado una manera constructiva de seguir adelante para mi nieto y su familia.
Reconozco los desafíos a los que han tenido que enfrentarse como resultado del intenso escrutinio sobre ellos en los últimos dos años y apoyo su deseo de tener una vida más independiente.
Quiero agradecerles todo el exhaustivo trabajo que han realizado en el país, la Commonwealth y más allá y estoy particularmente orgullosa de cómo Meghan se ha convertido en una más de la familia tan rápido.
Es el deseo de toda mi familia que el acuerdo de hoy les permita empezar una nueva vida felices y en paz"
Desde el primer momento, la Reina había mostrado su determinación a solventar cuanto antes la crisis desencadenada cuando los duques de Sussex hicieron pública su intención de dejar de ser miembros 'senior' de la Casa Real. Aunque la decisión parecía pillar por sorpresa a todos tras su vuelta del retiro de seis semanas en Canadá, lo cierto es que las conversaciones sobre está cuestión ya llevaban meses desarrollándose en Buckingham, según ha revelado Isabel II en el comunicado. Tras la cumbre de Sandringham, en la que la Monarca mostró su apoyo a la decisión de su nieto y su esposa, anunció que en los próximos días se concretaría un acuerdo, y así ha sido.
Con un tono, muy personal, utilizando la primera persona del singular, algo poco habitual en otras declaraciones públicas, y con muchas referencias familiares, la soberana ha reiterado su beneplácito a la decisión. Además, ha admitido las dificultades a las que han hecho frente por la excesiva presión mediática que han sufrido, asumiendo el gran peso que ha tenido este factor en la decisión de los duques. El comunicado concluye deseando lo mejor a la pareja en su nueva vida y con un mensaje personal para la duquesa de Sussex, en el que reconoce su rápida adaptación a la familia, conviertiéndose "en un miembro más".
Tras el anuncio de la Reina, el Palacio de Buckingham ha lanzado otro comunicado en el que desgrana algunos de los detalles del acuerdo, excepto los referidos a la seguridad de la familia. Según los acuerdos a los que han llegado, los duques de Sussex perderán el estatus de 'Alteza Real' y tendrán que financiar de su bolsillo la reforma de Frogmore Cottage, que se costeó con fondos públicos. Así, esta mansión seguirá siendo su residencia cuando se encuentren en el Reino Unido, y aunque no pueden representar a Isabel II en actos públicos, podrán mantener sus patronazgos y asociaciones a nivel privado.