Ya ha concluido la cumbre de los Windsor en la que los miembros 'senior' de la familia han tratado de dilucidar el futuro de los duques de Sussex después de que estos expresasen su deseo de abandonar sus obligaciones reales y ser independientes financieramente. La reunión, que ha durado unas dos horas, se ha saldado con un comunicado de la Reina sin precedentes:
"Hoy mi familia ha tenido conversaciones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y su familia. Mi familia y yo apoyamos completamente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como la familia joven que son. Si bien hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la Familia Real, trabajando a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto, se acordó que habrá un periodo de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido. Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones en los próximos días".
El encuentro comenzaba en torno a las dos de la tarde. Según el Daily Mail, El príncipe Harry llegaba a la casa de Sandringham alrededor de las 11.20 de la mañana por la puerta trasera para sortear a los medios de comunicación apostados a las puertas de la residencia. Allí se encontraba con la reina Isabel II y con Carlos de Inglaterra, que acaba de llegar de dar el último adiós al sultán de Omán, fallecido este fin de semana. El duque de Cambridge, por su parte, entraba por una puerta lateral 15 minutos antes de dar comienzo la cumbre. Todo envuelto en la discreción esperada, el final de las conversaciones lo marcaba la salida de los príncipes Harry, Guillermo y Carlos en coches separados.
Horas antes, mientras unos entraban, otros salían. El duque de Edimburgo, ya retirado de sus funciones públicas, abandonaba la casa en un vehículo negro y con el rictus serio, mientras su esposa preparaba la histórica cumbre familiar. Es la primera vez que vemos al príncipe Felipe desde que saliera del hospital el pasado 24 de diciembre tras un ingreso de unos días. También salía de Sandringham este lunes por la mañana en coche Eugenia de York a fin de dar privacidad a los miembros 'senior' de la familia.
Desde primera hora, Sandringham era un hervidero de periodistas, fotógrafos, cámaras... la expectación era máxima ante esta reunión del núcleo duro de los Windsor que convocaba de urgencia Isabel II este pasado fin de semana. Sobre la mesa estaba, nada más y nada menos, que el nuevo encaje de los duques de Sussex dentro de la Monarquía, teniendo en cuenta su deseo de dejar de ser miembros 'senior' de la Familia Real. El paquete de cuestiones por discutir no era pequeño y, por eso, el príncipe Harry pedía tiempo, pero la Reina sigue dispuesta a solventar este asunto lo antes posible. Su título, las posibles incompatibilidades de su nueva vida, la fiscalidad, la financiación, y la seguridad han sido algunas de las claves a acordar por los interesados,la Monarca, Carlos de Inglaterra y el príncipe Guillermo.
Según el comunicado que hacía público Isabel II, en los próximos días discutirán más a fondo todos estos flecos que quedan para concretar su nuevo estatus y cumplir así con el deseo de su nieto y su familia, como se refiere a los duques de Sussex en el escrito emitido al final de la reunión y en el que expresa todo su apoyo a la polémica decisión. Comienza ahora un periodo de transición para Harry y Meghan en el que vivirán entre Reino Unido y Canadá.
La reunión se celebraba por la tarde teniendo en cuenta la diferencia horaria con Canadá -donde se encuentra Meghan Markle- para facilitar así su participación por vía telefónica. Unos días después del polémico anuncio que desataba la crisis 'real', la duquesa regresaba a Vancouver para reunirse con su hijo Archie, que seguía allí desde que a mediados de noviembre la familia decidiera tomarse un descanso en el país norteamericano. Justin Trudeau, primer ministro, parece encantado de acoger a los Sussex, a los que no solo agasajaba con una calurosa bienvenida a través de sus redes sociales, sino que, según el London Evening Standard, se ha ofrecido a pagar la mitad de los gastos de su seguridad mientras estén en el país.
Este histórico encuentro tenía lugar en una habitación que posiblemente haya traído importantes recuerdos tanto para el príncipe Harry como para el príncipe Guillermo: la llamada biblioteca larga de Sandrigham. Según recoge el Daily Mail, allí es donde los hermanos solían ir a tomar el té con su madre y sus primos durante sus vacaciones navideñas, la época en la que tradicionalmente los Windsor se reúnen en esta residencia del condado de Norfolk. Esta biblioteca fue también el escenario del primer discurso de Navidad televisado de la Reina en 1957.