El príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles se despiden de Nueva Zelanda con un baño de multitudes
El hijo de Isabel II se encuentra ahora en las Islas Salomón visitando a la población local
Después de una semana, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles han puesto fin a su viaje oficial por Nueva Zelanda, donde hemos podido ver la faceta más cercana y desenfadada de la pareja que fue recibida -y despedida- con todo el cariño por parte de los ciudadanos y también de las comunidades locales como la maorí. Tras despedirse de los neozelandeses en una jornada en la que hemos visto a la duquesa con un delatal ante los fogones y al príncipe haciendo senderismo con un bastón, han puesto fin a su viaje en pareja, pero Carlos de Inglaterra no abandona aun la Commonwealth puesto que se encuentra, ya en solitario, en las Islas Salomón.
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Una de las últimas paradas fue la ciudad de Christchurch donde los ciudadanos se echaron a las calles para ver de cerca al hijo de Isabel II y su esposa, que se daban un auténtico baño de multitudes saludando con una sonrisa a todos aquellos que se lo pedían. Además, la duquesa de Cornualles, que ya demostró en Auckland que no tiene problemas en ponerse un delantal, volvía a hacerlo en los fogones de la organización benéfica The Salvation Army, donde dan clases de cocina a los más mayores. Posteriormente, en Lincoln ambos sentían de nuevo el calor de la gente y sus seguidores, a quienes se acercaron en el mercado de los agricultores donde probaron algunas de las especialidades locales.
El príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles también han tenido la oportunidad de desconectar en plena naturaleza en un país tan repleto de parajes de ensueño. Así, veíamos a Carlos de Inglaterra recorrer los bellos acantilados de Kaikura, ayudado por un bastón, para conocer de primera mano los proyectos de conservación de ciertas aves migratorias. Por su parte, su esposa, que lucía en su último día un vestido de estilo camisero azul, visitaba los jardines botánicos de Christchurch, donde no quitaba ojo a los impresionantes árboles que allí crecen.
Tras decir adiós a los neozelandeses, Carlos de Inglaterra prosigue su viaje en solitario y lo ha hecho en las Islas Salomón, donde lo hemos visto con el mismo espíritu alegre y cercano que exhibió durante el viaje con su esposa. Allí, ha visitado Honiara, donde la población local lo recibía con bailes regionales. El príncipe está pasando un otoño muy viajero desde que disfrutase de unos días en la India hace un par de semanas, donde pasó su cumpleaños en un exótico retiro espiritual.