El príncipe Andrés y Eduardo VIII, dos duques unidos por una misma decisión 83 años después
El duque de Windsor abdicó en 1936 para casarse con Wallis Simpson, una norteamericana divorciada
La decisión sin precedentes del príncipe Andrés de retirarse de la vida pública, después de conceder una entrevista en televisión para esclarecer su vinculación en el caso Epstein, es la primera que se produce en el seno de la monarquía británica en décadas. Hay que remontarse hasta 1936 cuando Eduardo VIII, después duque de Windsor, abdicaría para casarse con la norteamericana divorciada Wallis Simpson.
Algunos expertos ven ciertos paralelismos entre el anuncio del duque de York y el de su tíoabuelo y consideran que fue una mala idea conceder esa entrevista: “Estuvo mal asesorado”, asegura en el Daily Mail Judith Rowbotham, profesora de Historia Social en la Universidad de Plymouth que, sin embargo, califica como “sabia” la decisión de no alargar más el asunto y zanjarlo con su desvinculación de los deberes institucionales de la Corona. “No creo que sea una monarquía en crisis, aunque un miembro de la Familia Real haya renunciado a sus obligaciones. Podría haber sido mucho peor si el duque de York no hubiera hecho lo que tenía que hacer (renunciar a su trabajo)”, asegura la profesora.
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A diferencia de lo que ocurrió con Enduardo VIII que fue él quien dejó todo por amor, el príncipe Andrés se ha visto, de alguna manera, forzado a desvincularse de la Casa Real y ha provocado una gran decepción entre los británicos pues la reputación del exmarido de Sarah Ferguson siempre quedará manchada por el caso Epstein. También queda la incógnita de si en un futuro retomará su agenda oficial.
Además, esto podría hacer que la boda de su hija, Beatriz, con Edoardo Mapelli Mozzi, prevista para el año 2020 y que ya se atisbaba discreta, pase directamente a un segundo plano, a diferencia de la de su hermana, Eugenia de York con Jack Brooksbank. También podría provocar que el trabajo del resto de miembros de la Familia Real quede eclipsado durante los próximos meses.
El tercer hijo de Isabel II y de Felipe de Edimburgo y octavo en la línea de sucesión al trono británico, emitió un comunicado este miércoles después de que se supiese que algunas empresas y entidades le habían retirado el apoyo a los proyectos y patrocinios que el abanderada, después de su entrevista en televisión hablando del caso Epstein. “En los últimos días me ha quedado claro que las circunstancias relacionadas con mi asociación anterior con Jeffrey Epstein han causado importantes problemas en el trabajo de mi familia y en el valioso trabajo que se lleva a cabo en las muchas fundaciones y organizaciones benéficas que estoy orgulloso de apoyar. Por lo tanto, le he pedido a Su Majestad poder alejarme de los deberes públicos en el futuro y ella me ha dado su permiso. Sigo lamentando inequívocamente mi asociación mal juzgada con Jeffrey Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, particularmente para sus víctimas, y simpatizo profundamente con todos los que se han visto afectados y quieren de alguna manera cerrar esto. Solo me queda esperara que, con el tiempo, puedan reconstruir sus vidas. Por supuesto, estoy dispuesto a colaborar con las autoridades en su investigación, si fuera necesario”, concluye el Duque en su comunicado.
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