Los duques de Cambridge se han adelantado a todos en desear públicamente a la reina Isabel y al príncipe Felipe un feliz aniversario de bodas. Han cumplido 72 años de casados desde aquel 20 de noviembre de 1947. La cuenta de Twitter de Kensington Royal compartió dos fotos del matrimonio, una instantánea en blanco y negro de cuando eran más jóvenes y una foto actual, con el siguiente mensaje: “Deseando a Su Majestad la Reina y Su Alteza Real el duque de Edimburgo un feliz 72.º aniversario de bodas”. Por su parte y horas más tarde, los duques de Sussex también han querido homenajear Isabell II y al Duque en una fecha tan significativa: "Feliz anivesario a su Majestad la Reina y al Duque de Edimburgo. Este día, hace 72 años, se casaban en el Abadía de Westminster. ¡Muchas felicidades!"
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La princesa Isabel vio por primera vez a su futuro marido cuando era solo una adolescente, mientras visitaba la Academia Naval británica donde estaba entrenando. A partir de ese instante, “nunca pensó en nadie más”, dijo la prima del Príncipe, Lady Pamela Hicks. También la prima de la reina Isabel, Margaret Rhodes, recordó los albores de su relación: “Recibí cartas de ella que decían: ‘Es muy emocionante. Mamá dice que Felipe puede venir y quedarse’. Ella estaba realmente enamorada desde el principio”.
Cuando el príncipe Felipe regresó de la Segunda Guerra Mundial ocho años después, el noviazgo de la pareja se formalizó, si bien al Príncipe le tomó algún tiempo ser aceptado por la institución, porque su familia fue exiliada de Grecia sin tierra ni fortuna. El amor de la Princesa nunca flaqueó y en julio de 1947 se anunció su compromiso.
La entonces princesa Isabel se casó con el príncipe Felipe en la abadía de Westminster. El vestido de novia de la Princesa, de seda de marfil y decorado con cristales y alrededor de 10.000 perlas, era obra del diseñador de la corte Norman Hartnell. A pesar de ser miembro de la Familia Real británica, la princesa Isabel tuvo que comprar su traje nupcial con cupones de racionamiento. Muchos monárquicos llegaron a enviarle sus propios cupones para ayudarla a adquirir el vestido. Sin embargo, les fueron devueltos y fue el Gobierno quien donó finalmente los cupones necesarios para ayudarla. A aquel final feliz siguió más felicidad con la llegada de sus cuatro hijos, los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo; luego de sus ocho nietos, los príncipes Guillermo y Harry, Peter y Zara Philips, Beatriz y Eugenia de York y lady Louise y James, el vizconde Severn, y finalmente de sus ocho bisnietos, los príncipes George, Charlote y Louis de Cambridge, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, Savannah y Isla Phillips y Mia y Lena Tindall.
El matrimonio lo ha compartido todo en estos 72 años. Pero desde que Felipe de Edimburgo se retiró a la edad de 96 años de la actividad pública en 2017, rara vez ha sido visto en público. El Duque fue retratado por última vez con el resto de la Familia Real británica en la boda de su nieta, la princesa Eugenia, en octubre de 2018. Más recientemente, se reveló que en agosto se unió a la reina Isabel en sus deberes reales, para recibir a Paul Hughes, investido con las insignias de un teniente de la Real Orden Victoriana. Paul había trabajado como secretario principal y contador de la Casa del Duque de Edimburgo.
A sus 93 años la soberana sigue entregada a sus obligaciones oficiales, a menudo a expensas de su propia familia, pero sin lugar a dudas ha extrañado la mano firme del Príncipe a la caña del timón desde su retiro. “Estoy seguro de que ha sido bueno para su salud no estar involucrado en el estrés y las tensiones cotidianas, pero creo que la reina Isabel ha perdido su enfoque práctico en asuntos familiares”, declara una fuente al periódico Express.
Y es que la institución se encuentra en el punto de mira ante la crisis de los Duques de Sussex, que han acabado denunciando a los tabloides británicos por la “campaña despiadada” que sufren, y la crisis del príncipe Andrés, que se proponía zanjar de una vez por todas las especulaciones al conceder una entrevista a la cadena BBC Two sin censuras sobre su relación con Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense que apareció muerto en la cárcel el pasado mes de agosto mientras esperaba a ser juzgado por delitos de tráfico sexual, pero sin éxito. Y en este punto pesa extremadamente la ausencia de Felipe de Edimburgo y su criterio: “Podría haber sido una voz mucho más fuerte aconsejando al príncipe Andrés si hubiera estado más cerca”.
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