No estaba programada, pero su aparición seguro que supuso una alegría para los habitantes de Windsor. El príncipe Harry y Meghan Markle tomaron café este miércoles con las familias de varios militares, como uno de los actos de la Semana del Recuerdo, que sirve para poner en valor el trabajo y honrar a los caídos británicos en tiempos de guerra. Los duques de Sussex visitaron el centro Broom Farm, ubicado en el corazón de la urbanización del ejército, muy cercano en coche de Frogmore Cottage, el hogar de Harry y Meghan. Allí, en un ambiente de lo más distendido y familiar, los Duques contaron el nuevo hito que ha alcanzado su hijo Archie, que este miércoles cumplió seis meses.
PINCHA AQUÍ PARA VER TODAS LAS FOTOS DE LA GALERÍA
Durante su visita, la pareja real charló con las familias del personal que está desplegado en el extranjero y Meghan contó que Archie está comenzando a gatear. Así lo reveló Amy Thompson, cuyo esposo trabaja en el cuerpo de los Guardias Galeses. “Mi hija Aeris tiene la misma edad que Archie y hablamos sobre el destete y que los niños están comenzando a gatear. Es una madre normal y fue como hablar con un amigo”, dijo Amy, según informa la versión inglesa de ¡HOLA! Además, y según recoge el Daily Mail, al pequeño Archie ya le han salido dos dientes.
- De esta manera tan tierna animó Archie a la selección inglesa de rugby
- Las confesiones de Meghan Markle acerca de la maternidad
El príncipe Harry y Meghan aprendieron en su vista los desafíos a los que se enfrentan las familias que tienen a alguno de sus miembros en misión militar y las redes de apoyo con las que cuentan durante los despliegues en el extranjero. Algo con lo que el Duque se mostró extremadamente sensible: “No puedo imaginar lo que es estar fuera, ya que cambian tan rápido”, dijo un empático Harry.
Para otra de las asistenes, Leigh Smith, madre de una niña de ocho años, el encuentro con los Sussex fue especial. “Cuando Harry y Meghan se casaron hicimos una fiesta y hemos seguido su historia desde entonces, así que ha sido una experiencia increíble para mi hija poder estrecharles la mano”, dijo.
Para este acto sorpresa, la duquesa de Sussex eligió un abrigo de color caqui, una blusa blanca y una falda negra midi, mientras que el hijo de Carlos de Inglaterra acudió con un look informal y llevó la amapola que recuerda a los caídos en combate sobre su pecho. La pareja se tomó su tiempo para hablar con todos los vecinos con los que fuera posible y se mostraron de lo más cariñosos y cercanos con los niños, a los que no pararon de hacer carantoñas y bromas. Windsor es el hogar de los regimientos de la Guardia Coldstream y de la Guardia Galesa, así como de algunos miembros de la Household Cavalry. Muchos de ellos se encuentran actualmente desplegados en Kenia y en las Islas Maldivas.
Está previsto que los duques de Sussex y la duquesa de Cornualles, que este miércoles se ausentó de un acto por problemas de salud, visiten el Campo del Recuerdo en la Abadía de Westminster. El sábado se unirán a otros miembros de la Familia Real en el Festival del Recuerdo y el domingo participaran en el servicio religioso en memoria a las víctimas de guerra.