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Después de una intensa semana en Ciudad del Cabo, las agendas de los duques de Sussex se separaron el jueves y ayer la duquesa de Sussex puso rumbo a Johannesburgo, la ciudad más grande y poblada de Sudáfrica a bordo de un vuelo de British Airways y acompañada del pequeño Archie, al que llevaba arropado en una mantita, según unas imágenes captadas en el aeropuerto de origen. Mientras, el príncipe Harry acudía este domingo a su cita con el colegio Nalikule en Lilongwe (Malawi), un centro en el que pudo conocer de cerca a la red de mujeres CAMA, un tejido asociativo de mujeres africanas que se dedica a apoyar a las niñas en su educación. Meghan Markle, que siempre ha estado muy implicada en estas causa,s no quería dejar la oportunidad de dirigirse a a las alumnas y la distancia no ha sido un obstáculo.
En una insólita conexión por Skype, la duquesa ha transmitido su mensaje a las mujeres allí reunidas a través de una pantalla. El príncipe Harry fue el encargado de presentar a su esposa con estas palabras: "Sé que hay alguien a quien preferiríais escuchar antes que a mi. Si la tecnología no nos falla veréis a alguien en la pantalla". En ese momento apareció una sonriente Meghan con el gesto relajado, el pelo suelto y un top color caqui preocupada por el correcto funcionamiento del programa informático. "Estoy tan contenta de estar con vosotras, ¿hay retraso?", preguntaba antes de mostrar con su mensaje su compromiso con la educación como instrumento para empoderar a las mujeres. Incluso hubo tiempo para comentar cómo se encontraba su hijo en ese momento. "Archie está durmiendo la siesta", dijo ante una audiencia entusiasmada.
Las mujeres que conforman CAMA son parte de una gran asociación que aglutina a 140.000 miembros en África y 17.500 solo en Malawi. Todas ellas se han beneficiado de la Campaña por la Educación Femenina, que cuenta con el apoyo de la Commonwealth. Estas mujeres han creado a su vez una red para ayudar a otras niñas a escolarizarse financiada. El duque de Sussex trabaja desde 2017 con esta organización por lo que no ha querido perder la oportunidad de reunirse con sus representantes en su primer viaje oficial a Malawi, aunque de forma privada ya había visitado el país en más de una ocasión. Harry las escuchó hablar, pero también cantar y hasta se animó a unirse en un baile con ellas.
Será el próximo 1 de octubre cuando Meghan y Harry se reencuentren en Johannesburgo y retomen de nuevo su agenda común, que finalizará el día 2 con una reunión con el presidente Cyril Ramaphosa. Hasta entonces, el nieto de la reina Isabel continuará con este periplo en solitario recorriendo diferentes puntos del mapa como Angola y Malawi, donde tiene programadas varias visitas. Y aunque toda su gira por Sudáfrica es importante ya que ha confesado en más de una ocasión su amor por este continente, el momento más especial de todo el periplo se producía hace pocos días. Antes de dejar Angola conoció a una persona muy especial, Sandra Tigica, una mujer que perdió una pierna debido a una mina antipersona y que emocionó a Diana de Gales hace 22 años.
La imagen del príncipe Harry en Angola que se repite 22 años después
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