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El príncipe Harry ha continuado con el legado de su madre en Angola. Al igual que Diana de Gales, el duque de Sussex se ha enfundado en un chaleco y máscara protectoras para caminar por un campo desminado en Huambo, tal como hizo ella en 1997. Aquel mismo año, la Princesa sufría un fatal accidente de tráfico en París, dejando un hueco en el corazón de sus hijos y del príncipe Carlos. "Vine aquí en 1997, 1998, justo después de que muriera mi madre, así que fue un buen lugar para distraerme de todo", ha contado ahora el príncipe Harry desde África. Su experiencia con este continente siempre ha sido positiva: allí fue donde le pidió matrimonio a Meghan Markle y también ha sido el primer viaje oficial que ha realizado con su hijo Archie. Dale al play y no te lo pierdas.
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