Tras pasar el fin de semana en Roma disfrutando de la boda de la diseñadora Misha Nonoo y el heredero petrolero Michael Hess, los duques de Sussex se preparan para iniciar en solo unas horas una de sus aventuras más especiales: un viaje a África que la pareja guardará para siempre en su cabeza y en su corazón por diferentes motivos. El primero de ellos es que cuentan por primera vez con la compañía de su hijo, Archie Harrison, que nació en mayo. Por otro lado, se trata de un destino que ocupa una parte importante en el corazón de la reina Isabel. Además, su periplo estará lleno de homenajes a la madre del príncipe Harry, Diana de Gales, de la que heredó su profundo amor por esta región en la que tienen programadas muchas actividades juntos y por separado.
A pesar de que este viaje - el segundo que hacen tras convertirse en marido y mujer el 19 de mayo de 2018- es de carácter familiar, lo cierto es que Harry y Meghan no estarán juntos todos los días de las casi dos semanas en las que se alargará su estancia en África, donde su visita concluye el próximo 2 de octubre. Su programa incluye algunas visitas y actividades conjuntas tanto al comienzo como al final de este periplo, pero el matrimonio tiene cada uno su propia agenda.
Harry de Inglaterra y Meghan Markle dan el pistoletazo de salida a este periplo en Ciudad del Cabo, donde acudirán juntos a un taller en el que los más pequeños aprenden sus derechos y las niñas reciben clases de defensa personal y empoderamiento femenino. Después, participarán en una actividad gastronómica con antiguos residentes del Distrito Seis. Al día siguiente, el 24, Meghan y Harry estarán en Monwabisi Beach, donde serán testigos en primera persona del trabajo de dos ONG´s, Waves for Change y The Lunchbox Fund. Para finalizar la jornada el matrimonio participará en la celebración del Día del Patrimonio y asistirá a una recepción en la residencia del Alto Comisionado británico.
El 25 de septiembre, tras una reunión con el Arzobispo Desmond, ambos separan sus caminos. Este día, Meghan Markle visitará la bolsa de Woodstock para conocer a las mujeres que trabajan en ella y horas después participará en un desayuno llamado 'Mujeres en el servicio público' en la Alta Comisión en Ciudad del Cabo. No será hasta el 1 de octubre cuando la madre de Archie retome sus compromisos formando parte de una mesa redonda con la Asociación de Universidades de la Commonwealth en Johannesburgo y acudiendo a una escuela para conocer cómo es el trabajo de una organización benéfica local.
Antes de regresar a Londres, la que fuera protagonista de Suits se reunirá con su marido en Johannesburgo y juntos se encontrarán con la viuda de Nelson Mandela, asistirán a una recepción para celebrar la relación entre Reino Unido y Sudáfrica y tendrán una audiencia con el Presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa y su esposa, la doctora Tshepo Motsepe.
El príncipe Harry recorrerá en solitario diferentes rincones de África, y aunque todos ellos son muy especiales para él, su estancia en Angola es especialmente significativa ya que allí continuará con el legado de su madre recorriendo el mismo campo de minas que Diana de Gales visitó en enero de 1997, siete meses antes de su fallecimiento. Además, tendrá como anfitriona a la misma mujer que guio a la princesa, Joana Lina. Al igual que hizo su madre hace más de dos décadas, el duque de Sussex también se interesará por los pacientes del Centro Ortopédico Huambo - que a partir de ahora llevará el nombre de Princesa Diana- y recorrerá sus instalaciones.
Se espera que en este centro Harry se encuentre con Sandra Tigica, quien siendo una niña perdió una pierna a causa de las minas antipersona. Cuando esta mujer (que ahora tiene 38 años) tenía solo 16 años, conoció a Diana de Gales y compartieron juntas una imagen que dio la vuelta al mundo en la que la británica la acariciaba con ternura. Ahora el príncipe podrá compartir una charla con ella e interesarse por su salud y por su vida, que ha cambiado mucho en estos años ya que ha sido madre en cinco ocasiones. Curiosamente, una de sus hijas recibe el nombre de Diana, un precioso homenaje a la princesa.
Esta no es la primera vez que el hijo de Carlos de Inglaterra muestra su el compromiso que mantiene con la desaparición absoluta de las minas antipersona. Ya en 2013 visitaba Angola para descubrir en primera persona el trabajo llevado a cabo por la organización Halo Trust, encargada de la desactivación de estas minas. "El compromiso demostrado por el Harry tiene un valor incalculable, pues su apoyo y presencia ayuda a crear conciencia del trabajo que se realiza en Halo", aseguraba entonces Guy Willoughby, director ejecutivo de esta fundación.