La duquesa de Cornualles estuvo en riesgo de sufrir un accidente de helicóptero hace casi un año, el 25 de julio de 2018, según se ha sabido ahora al darse a conocer los informes de la Junta de Airprox en el Reino Unido que ha publicado Daily Mail. El suceso se produjo después de que Camilla y el Príncipe Carlos hubieran visitado el Show de Flores de Sandringham. Al parecer, él se quedó en Norfolk mientras el helicóptero que transportaba a su esposa Camilla despegó de Anmer Hall, la casa del príncipe William. Durante el vuelo, cuando el helicóptero volaba a 1.900 pies de altura, hubo un "alto" riesgo de colisión frontal con un avión que transportaba a varios paracaidistas según la declaración de un controlador aéreo.
Tras ese gran susto inicial, se estableció una alerta aérea para que otras aeronaves se mantuvieran alejadas del vuelo real pero, inexplicablemente, el Sikorsky S76 de la familia real en el que vuela habitualmente Camilla todavia tuvo que enfrentarse a una nueva situación de emergencia durante su vuelo desde Sandringham a su casa en Wiltshire: tuvo que desviarse de su trayectoria mientras aterrizaba para evitar colisionar en el aire con otra aeronave, en este caso un planeador.
El helicóptero en el que viajaba la duquesa de Cornualles pudo, afortunadamente, escapar de lo que hubiera podido ser un fatal accidente, y por partida doble. El controlador de tráfico aéreo de la RAF Marham Norfolk, que estaba monitorizando los vuelos de la familia real británica explicó a los investigadores que el riesgo de una colisión había sido "alto". Y recordó que tras el grandísimo susto vivido al encontrarse de frente con el primer avión, cuando el helicóptero Sikorsky de color granate descendía ya para tomar tierra 45 minutos más tarde, tuvo que realizar su segunda maniobra de emergencia en menos de una hora para evitar chocar con otra aeronave. Por suerte, el piloto reaccionó a tiempo tras encontrarse con el planeador a pocos metros de su helicóptero y pudo evitar el choque.