Reino Unido se ha volcado con la visita de Estado de Donald Trump y la reina Isabel II acogió este lunes una cena de gala en su honor en el Gran Salón de Baile, uno de los comedores reales más bonitos y antiguos de Europa. Al banquete asistió el matrimonio presidencial estadounidense con cuatro de los hijos del mandatario –Ivanka, Tiffany, Donald Jr. Y Eric-, representantes políticos como la primera ministra en funciones, Theresa May, y el embajador estadounidense, Woody Johnson, y miembros de la Casa Real como el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge, así como la Condesa de Wessex, el príncipe Eduardo, el príncipe Andrés y la Princesa Anna. Los invitados ascendían a más de 170 y entre ellos se encontraba también Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley, y supuesta enemiga de Kate Middleton según la prensa británica.
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Los marqueses de Cholmondeley viven a tres millas de Anmer Hall, la residencia que los duques de Cambridge tienen en Norfolk y tienen tres hijos en común, Alexaner, Oliver y Lady Iris. La pareja forma una familia muy similar a la de sus vecinos reales y por tanto la historia tiene todos los ingredientes para un drama perfecto en tres actos: amistas, pelea, y ¿reconciliación? Según los medios de comunicación, las dos mujeres eran íntimas amigas hasta que una “terrible pelea” en la que habría estado involucrado el príncipe Guillermo las separó. Nunca se llegó a concretar el motivo del distanciamiento, tal vez porque la realidad es que ni eran tan amigas en un principio, ni se enfadaron después.
El experto en Realeza, Richard Kay, comentó entonces al Daily Mail: “Los rumores son falsos y también puedo revelar que ambas partes han considerado emprender acciones legales, aunque han optado por ignorarlos”. Según Kay, los Cambridge y los Cholmondeley nunca han sido íntimos, aunque los marqueses asistieron a la boda de los duques, y esta supuesta rivalidad comenzó a comentarse en cenas sociales a finales del año pasado para degradar la imagen de la popular duquesa de Cambridge.
La presencia Rose Hanbury en la cena de gala se justificaba al formar parte de la aristocracia británica. La marquesa, que deslumbró con un vestido de tirantes en tono nude, asistió con su marido, con el que lleva casada desde 2009 y que se sentó junto a la duquesa de Gloucester. No sabemos si habrá tenido oportunidad durante la noche de charlar con la esposa del príncipe Guillermo, que también derrochó elegancia con un vestido blando largo de Alexander McQueen. Además, para la ocasión escogió la denominada tiara Lover’s knot, o del Nudo del Amante, una de las favoritas de la fallecida Diana de Gales, y los pendientes de diamante y zafiro de la Reina Madre.