Isabel II abre las puertas del palacio de Buckingham a la familia Trump

El primer día del Presidente americano y su esposa en Reino Unido ha finalizado con una cena de gala

por hola.com

Era la cita más esperada de la visita de Donald y Melania Trump en su viaje de Estado a Reino Unido y no ha defraudado. En honor a sus visitantes, alrededor de las 20:30 horas (21:30 hora española), las puertas del Palacio de Buckingham se han abierto para recibir al Presidente de Estados Unidos y su esposa. La Reina de Inglaterra ha ofrecido en su honor un gran banquete en el Gran Salón de Baile, uno de los comedores reales más bonitos y antiguos de Europa

La Primera Dama ha dejado claro desde su llegada a Reino Unido que ha viajado con la clara intención de marcar huella con su estilo, algo que ha hecho una vez más con un vestido de Dior Haute Couture en color blanco de líneas sencillas y transparencia en la parte superior. Un color, que casualidades del destino, también han escogido Isabel II, que ha añadido a su diseño la espectacular Burmese Ruby Tiara, y la duquesa de Cornualles, que ha optado por la Tiara Greville, que fue propiedad de la Reina Madre.

El matrimonio estadounidense ha sido recibido por la monarca en el Salón de la Música, donde se han hecho la foto de familia, y después, el cortejo real encabezado por la anfitriona y por el mandatario americano ha puesto rumbo al impresionante salón de estilo victoriano.

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Los Trump no estuvieron solos, ya que cuatro de los cinco hijos del Presidente -Ivanka, Tiffany, Donald Trump Jr y Eric-, junto con sus respectivas parejas, han asistido a esta cena. Con ellos, varios miembros de la Familia Real, entre los que se encontraban el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge, así como la Condesa de Wessex, el príncipe Eduardo, el príncipe Andrés y la Princesa Anna. Theresa May y el embajador estadounidense Woody Johnson también estuvieron entre los asistentes. 

A su salida del Palacio de Kensinghton, pudimos ver parte del look de Kate. Aunque solo se vislumbraban sus joyas, la mujer del príncipe Guillermo, ha escogido para la ocasión la denominada tiara Lover’s knot, o del Nudo del Amante, una de las favoritas de la fallecida Diana de Gales, y los pendientes de diamante y zafiro de la Reina Madre. Ya en el interior del palacio, ha mostrado su espectacular diseño, también en color blanco, de Alexander McQueen. 

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Los preparativos de una cena de estas características suelen llevar semanas, pues hay que seleccionar la porcelana, pulir la plata y poner a punto los manteles, servilletas y tapetes de damasco, entre otros detalles. En esta casión, más de cien velas se han encendido en antiguos candelabros de plata. Hasta el último momento, Isabel II ha supervisado personalmente cada detalle. Desde las flores, peonías, rosas y boca de dragón en diferentes tonos rosados que han formado parte de los centros, hasta el menú, compuesto por filete de mero al vapor con mousse de berros, espárragos y salsa de perejil, cordero Windsor de temporada con relleno de hierbas, hortalizas de primavera y salsa de oporto y, de postre, fresas con crema de hierba luisa, frutas frescas y pastelitos con café. 

Alrededor de 170 comensales se han reunido en esta sala con 14 metros de altura, 34 de longitud y 18 de ancho, en la que ha destacado la ausencia de la duquesa de Sussex, cuya baja de maternidad ha resultado una excusa perfecta para no reunirse con el Presidente, que la ha definidio como "desagradable" poco antes de tocar tierra inglesa durante una entrevista al diario The Sun. Al plantón se ha unido el príncipe Harry, que esta tarde se reunía con Ivanka Trump durante el recorrido que han hecho por las obras de la National Gallery que la Reina guarda en el Palacio de Buckingham.

Ya en el interior, delante de los tronos de Eduardo VII y su esposa Alejandra, han presidido la cena la anfitriona y sus invitados, que han abierto la velada con sus respectivos discursos. "Señor Presidente, al mirar hacia el futuro confío en que nuestros valores comunes y nuestros intereses compartidos sigan uniéndonos", ha dicho la monarca. 

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A diferencia de Barack Obama, en 2011, y George W. Bush, en 2003, Trump no se aloja en el Palacio de Buckingham, sino en la residencia del embajador norteamericano, por lo que tendrá que poner rumbo al centro de Londres tras finalizar el acto. Este martes el Presidente de Estado Unidos se reunirá con la primera ministra británica, Theresa May, en el 10 de Downing Street.

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