Meghan Markle y el príncipe Harry celebran el nacimiento de su primer bebé. Con él, llegarán todas las decisiones de los padres primerizos: dónde estudiará cuando sea mayor, qué tipo de valores le serán enseñados... Pero lo que pocos saben es que ellos no son sus tutores legales: ¿cómo es eso posible? Todo se remonta a una prerrogativa del siglo XVIII, una legislación que impuso el rey George I. Éste tenía una mala relación con su hijo e intentó controlarlo a golpe de decretazo. Por eso, es la reina Isabel II la que tiene la custodia no solo del bebé de los duques de Sussex, sino también de los de Cambridge. ¿Quieres saber qué consecuencias reales tiene esta antigua ley? Dale al play y no te lo pierdas.