Después de la presentación oficial del primer hijo de los Duques de Sussex, aún quedan muchas incógnitas por resolver. Las apuestan están en plena ebullición y mientras siguen surgiendo opiniones para todos los gustos sobre el nombre que Harry y Meghan pondrán a su bebé, otros se preguntan cuál es el título que recibirá. Tal y como reveló la prensa británica hace unos meses, los recién estrenados papás habrían decidido que su primogénito no tenga un título oficial y no reciba el título de Príncipe, a menos que así lo decida la reina Isabel II. De este modo, el bebé ocupará el séptimo puesto en la línea de sucesión al trono británico, después de su padre, pero no tendrá título de Alteza Real, a diferencia de sus primos George, Charlotte y Louis, hijos de los Duques de Cambridge.
Dicha diferencia obedece a un decreto de 1917 dictado por el rey Jorge V, abuelo de la soberana británica, según el cual el título de príncipe o princesa quedaba limitado a los hijos del rey, a sus nietos y al hijo mayor del primogénito del Príncipe de Gales. En el caso de la familia de los Duques de Cambridge, eso suponía que solo el príncipe George podría tener este título, pero en 2012 Isabel II lo extendió a los otros dos hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton.
Según publicó el periódico británico The Times, Harry y Meghan habrían tomado esta decisión con la esperanza de que su hijo tenga "una vida relativamente normal". El Príncipe sabe lo que es crecer bajo los focos y Meghan ha vivido en primera persona todo lo que supone verse envuelta en el huracán mediático, por lo que tan solo quieren lo mismo que todos los padres: que crezca feliz. Está previsto que esta tarde se anuncie de manera oficial el nombre completo del nuevo miembro de la Familia Real británica y, seguramente, será entonces cuando se desvele la decisión final que han tomado Harry y Meghan.
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"¿Será duque? ¿Será conde?", es lo que muchos se preguntan, pero habrá que esperar unas horas para que podamos salir de dudas. Eso sí, durante las últimas semanas han cobrado fuerza las informaciones que apuntan a que el recién nacido podría heredar de su padre el título de Conde de Dumbarton. Recordemos que, unas horas antes de que Harry y Meghan se dieran el 'sí, quiero', el 19 de mayo de 2018, la reina Isabel obsequió a los novios con el título de Duque y Duquesa de Sussex. Además, la Reina concedió a su nieto el título de Conde de Dumbarton y Barón de Kilkeel.
La localidad escocesa de Dumbarton, que se encuentra situada a 21 kilómetros de la ciudad de Glasgow, fue constituida burgo real por Alejandro II en 1222, denominación que tuvo hasta el año 1975. Su nombre proviene del gaélico escocés Dùn Breatainn que significa "Fortaleza de los británicos" y fue la capital del antiguo Reino de Strathclyde y, más tarde, capital del condado de Dumbartonshire, convirtiéndose en un importante puerto comercial. El castillo de Dumbarton (que se puede observar al fondo, en las colinas que aparecen en la imagen) y el Museo Marítimo de Escocia son algunos de los lugares más populares de esta localidad que podría convertirse en un nuevo reclamo para muchos turistas.
De confirmarse su decisión, los Duques de Sussex seguirían los pasos de lo que ya hicieron en su día la princesa Ana y el capitán Mark Phillips con sus hijos Peter y Zara, que renunciaron a cualquier título para que pudieran desarrollar su vida como ellos decidieran. De esta manera, los hermanos Phillips han tenido la carrera profesional que deseaban: Petter Phillips se graduó en Ciencias Deportivas en la Universidad de Exeter y estuvo un tiempo trabajando en Canadá, donde conoció a su mujer, antes de terminar en el Banco Real de Escocia; Zara se graduó en la misma universidad pero en fisioterapia y es una consumada amazona con patrocinios propios.