La imagen del príncipe Harry en brazos de Diana de Gales que dio la vuelta al mundo

El 15 de septiembre de 1984 vino al mundo el segundo hijo de los príncipes de Gales, ocupando en aquel momento la tercera posición en la línea de sucesión al trono británico

Por hola.com

Todo ocurrió un 16 de septiembre de 1984. Habían pasado menos de 24 horas desde el nacimiento de Harry de Inglaterra y sus orgullosos padres, Carlos y Diana de Gales, se disponían a presentarlo ante los numerosos medios de comunicación que esperaban ansiosos a las puertas del hospital St. Mary de Paddington. Fue, sin duda, una imagen histórica que recorrió las redacciones de todo el mundo, pero también un momento para el recuerdo no sólo de los ciudadanos británicos, sino del resto de países que convirtieron por unas horas a Reino Unido, y más concretamente a Londres, en el epicentro de la noticia.

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Diana de Gales había decidido dar a luz a su segundo hijo, Henry Charles Albert David, más conocido como príncipe Harry y actual duque de Sussex, en el mismo centro médico en el que nació su hijo mayor, Guillermo, actual duque de Cambridge. El parto duró nada más y nada menos que nueve horas y, al fin, el recién nacido llegó al mundo a última hora de la tarde del 15 de septiembre de 1984. La noticia llenó de felicidad a su orgullosa madre y, cómo no, a su hermano mayor, quien acudiría al día siguiente a conocer al bebé. Lo hizo acompañado de su padre, Carlos de Inglaterra.

Así vivió el príncipe Guillermo el nacimiento de su hermano Harry

Guillermo apenas tenía dos años -nació el 21 de junio de 1982- y hacía gala de una timidez notable. Tanto fue así que protagonizó una de las anécdotas al quedarse en la puerta de la habitación esperando a que su madre le llevara a conocer al nuevo miembro de la familia. "Wills, cariño, acércate", comentó entonces Diana de Gales, instando a su primogénito a aproximarse a su hermano. Tras quince minutos en el interior, el príncipe Guillermo abandonó el hospital, esta vez feliz y emocionado, junto a su niñera, Barbara Barnes

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El rojo fue entonces el color elegido por Diana de Gales para presentar a su segundo hijo y protagonizar aquellas inolvidables instantáneas que darían la vuelta al mundo y pasarían a la historia. Eligió para la ocasión un abrigo fluido de corte midi conjuntado con unas flats (bailarinas) del mismo color adornadas con un lazo. La pieza oversize ocultaba lo que parecía ser un vestido con print de rayas rojas y blancas con cuello baby doll y lazada. El look de la princesa Diana era un claro reflejo del feliz, intenso y vital momento que estaba viviendo, y del que hablaría días después en una misiva que fue subastada hace solo dos años.

"Querido Cyril (en clara referencia al  que fue el mayordomo principal del Palacio de Buckingham durante 50 años y que falleció en 2012), ha sido muy amable por tu parte habernos enviado una tarjeta tan bonita con motivo del nacimiento de nuestro hijo menor. Los dos estamos encantados con tu muestra de cariño y lo apreciamos mucho. Guillermo adora a su hermanito menor y pasa todo el tiempo abrazándolo y besándolo, ¡difícilmente deja que sus padres se acerquen! La reacción de la gente tras el nacimiento de nuestro pequeño nos ha emocionado mucho y casi no puedo respirar por la gran cantidad de flores que hemos recibido. Sólo quiero darte las gracias, Cyril, por pensar en nosotros en un momento tan feliz. Con mucho amor, Diana", escribió entonces una orgullosa mamá acerca del nacimiento del príncipe Harry, un acontecimiento que tendrá su réplica a lo largo de los próximos días, cuando Meghan Markle dé a luz a su primer hijo, fruto de su matrimonio con el hijo pequeño de Carlos y Diana.