Adiós a los cuatro fantásticos: los duques de Cambridge y los de Sussex separan sus oficinas
El Palacio de Buckingham emitía el jueves por la tarde un comunicado informando con todos los detalles
Dentro de unas semanas, los duques de Cambridge y Sussex dejarán de ser vecinos en el Palacio de Kensington. El príncipe Harry y Meghan se trasladarán a su nueva residencia en Frogmore Cottage, en Windsor. Lo harán días antes de que den la bienvenida a su primer hijo, que nacerá a principios de primavera. Sin embargo, esta mudanza será más importante de lo que esperábamos, pues, tal y como ha informado el Palacio de Buckingham, las oficinas de ambos matrimonios se separarán y los duques de Sussex tendrán la suya propia.
Hasta ahora, la agenda de las dos parejas se gestionaba desde Kensinghton, aunque en el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra contaba con su propia oficina privada, "que ha brindado su apoyo a los duques de Sussex desde su compromiso en noviembre de 2017". Sin embargo, Harry y Meghan contarán con el apoyo de la Reina y el princípe de Gales y basarán en el Palacio de Buckingham su 'Household' (término que designa los distintos equipos con los que trabajan las diferentes familias que conforman la Familia Real Británica).
"La reina ha acordado la creación de un nuevo hogar para los duques de Sussex, tras su matrimonio en mayo del año pasado. El hogar, que se creará con el apoyo de la reina y el príncipe de Gales, se establecerá en la primavera", se puede leer en el comunicado. El Palacio de Kensington también ha anunciado que Harry y Meghan contratarán a nuevo personal de comunicaciones, con Sara Latham como su principal portavoz. Ella y su equipo informarán al equipo de comunicaciones de la Reina y al secretario de prensa, Donal McCabe.
Este tipo de reorganización es algo rutinario y normal, ya que el príncipe Harry, de 34 años, y el príncipe Guillermo, de 36, tienen diferentes responsabilidades en la actualidad, algo que irá incrementándose según pasen los años, pues sólo el primogénito de Carlos de Inglaterra será el futuro heredero a la corona británica. Sin embargo, la sorpresa estaría en el hecho de que hayan escogido Buckingham y no Kensington para establecer su base.