La agenda de los Duques de Cambridge en su viaje sorpresa a Irlanda del Norte no puede ser más divertida. Una visita breve, pero muy amena, en la que han hecho todo tipo de actividades. Han participado en un partido de fútbol juvenil, donde Kate demostró lo que ya sabíamos: que es una deportista nata. El príncipe Guillermo se animó a hacer un recorrido de obstáculos (donde se convirtió en Tarzán, en sus propias palabras) mientras su mujer probaba suerte como arquera y hasta montando en una canoa. Pero el momento más divertido ocurrió por la noche, en la fiesta celebrada en el Belfast Empire Music Hall, donde ambos ejercieron como tiradores de cerveza... ¡y no se les da nada mal! Dale al play y no te lo pierdas.