La razón por la que los duques de Cambridge tienen la agenda libre toda la semana
El príncipe Guillermo y su esposa han decidido dedicar la semana a la familia y la han dejado libre de compromisos
La familia es lo primero y a veces hay que hacer un paréntesis en el trabajo para disfrutar de los tuyos. Es lo que han debido pensar los duques de Cambridge cuando decidieron despejar su agenda de la semana que entra para dedicarla a sus tres hijos. Aprovechando las vacaciones escolares, los duques han decidido desconectar temporalmente de sus obligaciones y disfrutar de los pequeños George, Charlotte y Louis. Según publica la revista británica Hello, es posible que la familia se retire a Anmer Hall, la casa de campo que tienen en Norfolk.
Otra de las posibilidades es que decidan ir a esquiar, lo que supondría el bautizo en la nieve del príncipe Louis, de tan solo 9 meses. Es habitual que el Palacio de Kensington no fije actos o compromisos para el príncipe Guillermo y su esposa durante las vacaciones de los niños y, en otras ocasiones, optaron por un plan de montaña para el parón de estas fechas, como en marzo de 2016 cuando fueron a los Alpes franceses. Entonces, fue la princesa Charlotte la que pudo estrenarse en la nieve con tan solo 10 meses.
En cualquier caso, el plan seguro que incluye una buena dosis de momentos familiares inolvidables en contacto con la naturaleza. La duquesa de Cambridge ya destacó más de una vez la importancia que tenía para ella “los momentos sencillos en familia”, como jugar al aire libre con los pequeños y pasar tiempo de calidad con ellos.
De paseo por Hyde Park con el príncipe Louis
Tanto disfruta de las actividades al aire libre con los niños, que no es extraño encontrar a la nuera de Carlos de Inglaterra paseando por los parques y jardines cercanos a su residencia con alguno de sus hijos como una mamá más. El pasado jueves algunos paseantes no salían de su asombro cuando se cruzaron con ella mientras paseaba al pequeño Louis por la zona del famoso parque londinense más cercana al Palacio de Kensington.
La duquesa de Cambridge decidió aprovechar los primeros rayos de sol que se abren paso en el gris del cielo británico y, ataviada con unas mallas negras y zapatillas de deporte, recorrió las inmediaciones del lago Serpentine empujando la sillita en la que, muy abrigado, iba su hijo pequeño. Según han compartido en redes sociales algunos de los viandantes que se encontraron con la royal, se mostraba de muy buen humor saludando afectuosamente a todos aquellos que la reconocían.