El emocionante encuentro de la duquesa de Cambridge y la 'reina Ana de Inglaterra' en los BAFTA
La mujer de Guillermo de Inglaterra felicitó con gran efusividad a la actriz Olivia Colman por su interpretación de la reina Ana de Inglaterra en 'La Favorita', de Yorgos Lanthimos
La 72 edición de los premios de la Academia Británica de Cine y Televisión nos ha dejado una imagen para el recuerdo. La de la duquesa de Cambridge felicitando con una amplía sonrisa a Olivia Colman, ganadora del BAFTA a mejor actriz por su impecable interpretación de la reina Ana de Inglaterra en la película La favorita, del griego Yorgos Lanthimos. Colman, de 45 años, da vida a la última soberana de la familia de los Estuardo, una de las monarcas más desconocidas de la historia del país británico, que vio morir a sus 17 hijos. La intérprete no pudo contener la emoción al saludar a la esposa del futuro rey de Inglaterra, como se observa en esta imagen, ya que últimamente sus papeles están muy ligados a la monarquía. Además de interpretar a la reina Ana de Inglaterra, da vida a Isabel II en The Crown, de ahí que este encuentro entre 'royals' haya sido tan comentado.
La favorita, que competía en 12 categorías, se alzó con siete máscaras doradas en los premios BAFTA, quedándose sin el galardón a mejor película y a mejor director en favor de Roma, de Alfonso Cuarón. Rachel Weisz, una de las sirvientas de la reina Ana de Inglaterra en el filme, arrebató el galardón de mejor actriz secundaria a su compañera de reparto, Emma Stone, que optaba a ese mismo premio y que no acudió a la gala. Además, La favorita ganó el Bafta a mejor maquillaje y peluquería, mejor diseño de producción, mejor film británico, mejor guion original y mejor diseño de vestuario.
Alfonso Cuarón salió triunfante del Royal Albert Hall de Londres, con cuatro Bafta del cine británico, entre ellos los de mejor película y director, unos premios que en el caso de la dirección han coincidido en los últimos años con el resultado de los Oscar, pero no así en la categoría reina. En los últimos cinco años, los Bafta y los Oscar han coincidido en cuatro ocasiones en lo que se refiere a mejor dirección: Alfonso Cuarón, por Gravity, en 2014; Alejandro González Iñárritu, por El renacido, en 2016; Damien Chazelle, por La La Land, en 2017, y Guillermo del Toro, por La forma del agua, el año pasado. Solo erraron en 2015, cuando los Bafta optaron por Richard Linklater, por Boyhood y los Oscar por Iñárritu, por Birdman. En mejor película sin embargo, solo una coincidencia, la de 2012, cuando los premios británicos y los estadounidenses consideraron a 12 años de esclavitud, de Steve McQueen, el mejor filme del año.
Pero más allá de si los Bafta son o no el anticipo de los Oscar, lo que está claro es que el filme de Cuarón (Ciudad de México, 1961) ha concitado este año una enorme e inusual unanimidad. Y ello pese a ser un proyecto complicado. Rodada en blanco y negro, en español y mixteco, con actores en su inmensa mayoría debutantes, y producido por una plataforma audiovisual, Netflix, que en un primer momento ni siquiera pensaba estrenarla en cines.
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Son en total diez las nominaciones a los Oscar que ha logrado Roma: a mejor película, director (Cuarón), actriz (Aparicio), actriz de reparto (De Tavira), película de habla no inglesa, fotografía (Cuarón), guion (Cuarón), diseño de producción, edición de sonido y mezcla de sonido. Unas candidaturas que podrían llevar a Cuarón a hacer, de nuevo, historia en el cine. De momento, se ha llevado el Bafta a mejor película y a mejor película extranjera. Un doblete de récord que podría repetirse el próximo 24 de febrero en el Teatro Dolby, de Los Ángeles.
Bohemian Rhapsody, Ha nacido una estrella y First Man, que partían con siete nominaciones cada una consiguieron dos, uno y ningún premio, respectivamente. La cinta que cuenta los inicios en el mítico grupo británico Queen, del desaparecido Freddie Mercury, se llevó el Bafta a mejor sonido y a mejor actor principal de la mano del estadounidense de origen egipcio Rami Malek. El actor ya se llevó el mes pasado el Globo de Oro en esa misma categoría y parte como uno de los grandes favoritos para la 91 edición de los premios Oscar.
El debut de Bradley Cooper como director con Ha nacido una estrella logró únicamente la máscara a mejor música original por la banda sonora compuesta por él, Lukas Nelson y Lady Gaga, una de las grandes ausentes de la noche en el Royal Albert Hall de Londres y que no se llevó el premio a mejor actriz principal al que estaba nominada.
El largometraje dirigido por el estadounidense Damien Chazelle, First Man, se marchó con las manos vacías, al igual que lo hicieron Cold War y ¿Podrás perdonarme algún día?, que optaban a tres Bafta cada una. Las que sí se llevaron trofeo a casa fueron El vicio del poder, de Adam McKay, que ganó mejor montaje, y Green Book, de Peter Farrelly, que logró el de mejor actor secundario por la interpretación del apasionado pianista negro Don Shirley hecha por Mahershala Ali. No tuvo igual suerte su compañero de reparto en la cinta, Viggo Mortensen, que optaba al Bafta a mejor actor que le arrebató Malek y que le condenó a culminar en blanco su tercera nominación a estos premios.
Los premios se completaron con el de animación para la cinta sorpresa del año, Spider-Man: Un nuevo universo; el de documental para Free Solo; el de efectos visuales para Black Panther y el de estrella emergente para una de las actrices de esta historia de superhéroes, Letitia Wright.
Al término de la gala, todos los laureados subieron al escenario y estuvieron charlando con los duques de Cambridge, habituales a la cita más importante del año para la Academia Británica de Cine y Televisión.