El príncipe Harry y la duquesa, Meghan Markle, han llegado con una sonrisa al Drapers Hall, en Londres, donde se celebran los premios del Endeavour Fund. Esta fundación apoya a los hombres y mujeres que han hecho servicio militar y están heridos o enfermos y que han formado parte de señalados retos deportivos o de aventura a lo largo del año. Este proyecto va muy en la línea de una de las causas principales del nieto de Isabel II, creador de los Juegos Invictus, y en lo que ahora su mujer es un gran apoyo. Fue en este mismo acto el pasado año en el que la exactriz dio su primer discurso.
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Harry y Meghan han hecho su entrada en la espectacular localización londinense, que ha desplegado una alfombra roja para la ocasión, cogidos de la mano y a paso firme. La Duquesa ha escogido una de sus marcas favoritas, Givenchy, que firmaba también su vestido de novia, y una de sus prendas fetiche: la camisa blanca. Con este look se apreciaba su ya avanzado estado de gestación, puesto que se espera que su primer hijo junto al Príncipe llegue en el mes de abril.
Antes de la ceremonia de premios, los futuros padres conocieron a los nominados, así como a los participantes y aquellos benefactores que apoyan la fundación. Ahí comentaron con alguno de los invitados que esperan "un bebé con buen peso", según se oyó decir a Harry. Meghan no dudó en compartir cómo cree que llevará será su marido cuando llegue su primer hijo, asegurando que va a ser "el mejor padre".
Poco después comenzó la gala, que ha presentado el actor y periodista inglés Ross Kemp, en la que se han anunciado los tres ganadores a los premios al reconocimiento Invictus, a la excelencia y, el más prestigioso, el Henry Worsley. Este último es en honor del explorador británico del mismo nombre, fallecido en 2016, que formó parte de la exitosa expedición de la Antártida de 2009.
Matthew Pinsent, campeón de remo y locutor británico, ha sido el primer en entregar un premio, el reconocimiento Invictus, que ha recaído en las manos de Kelly Ganfield. Emocionada por el galardón ha dado el discurso con la voz entrecortada: "Esto significa mucho para mí, sobre todo porque no lo hice solo por mí, también por mi hija de 3 años que tiene parálisis cerebral y quería demostrarle que todo es posible", ha asegurado entre lágrimas. Kelly tiene discapacidad visual, pero eso no le ha impedido participar en dos Juegos Invictus.
"Gracias, primero quiero decir que estoy muy agradecida por estar otra vez aquí. El año pasado fue mi primera vez y fue una noche muy especial, así que es muy importante para mí el haber sido invitada, incluida, otra vez", ha comenzado Meghan en su discurso que presentaba el premio a la excelencia, que se ha llevado Nathan Forster. Este veterano de Afganistán ha pasado de no tener experiencia con los aviones a ser piloto comercial. "Con la ayuda del Endeavour Fund he podido alcanzar un sueño de mi infancia", ha asegurado el galardonado.
Harry ha sido el encargado de presentar el último premio, el Henry Worsley, que ha otorgado a Shaun Pascoe, creador de la organización Turn to Starboard para ayudar a otros veteranos. Para poner fin a la gala, el Príncipe ha tomado la palabra una última vez para agradecer a todos los nominados y los presentes su increíble trabajo y esfuerzo. "Vuestras historias no son nada menos que extraordinarias. Vuestra resiliencia, determinación y fuerza, demostradas en vuestras carreras y este año con el Endeavour Fund han sido una inspiración para nosotros y para vuestras familias", ha recalcado.