El pasado 17 de enero, el duque de Edimburgo se vio envuelto en un accidente de tráfico ocurrido en las inmediaciones de Sandringham, la residencia oficial de los Windsor en la que la reina Isabel II suele pasar largas temporadas, sobre todo en navidades y en otros períodos vacacionales. En el siniestro también estuvieron implicadas dos mujeres, de 45 y 28 años, así como un bebé de tan sólo 9 meses. Ninguno de ellos sufrieron heridas de gravedad, aunque sí leves, por lo que el marido de la Soberana no dudó en acercarse hasta el otro vehículo para interesarse por el estado de sus ocupantes.
Así fue el impactante accidente de tráfico en el que se vio implicado el Duque de Edimburgo
Felipe de Edimburgo no se conformó con ese gesto. Días después el Palacio de Buckingham confirmó que el marido de Isabel II, quien acudió posteriormente al hospital para realizarse un chequeo en profundidad que descartara posibles secuelas, mantiene contacto de manera privada y habitual con las otras heridas del accidente. Su intención no es otra que estar puntualmente informado de la evolución de las dos mujeres, que resultaron heridas leves, y del niño, que afortunadamente salió ileso de la colisión de los dos automóviles.
Tal es la preocupación del marido de la Reina por las ocupantes del coche que ahora ha trascendido que el príncipe Felipe, que en la actualidad tiene 97 años, les ha enviado una carta de disculpa. Según una de las dos mujeres que sufrieron el accidente, el Duque estaba "muy arrepentido" y a continuación comenzó a desgranar las razones que le habían llevado a no poder permanecer en el lugar del siniestro demasiado tiempo. Según recogen los medios de comunicación británicos, la misiva era de lo más reveladora.
"Me gustaría que supiera cuánto lamento mi participación en el accidente en el cruce de Babingley... El sol brillaba sobre la carretera principal. En condiciones normales no me hubiera costado mucho ver el tráfico que venía de la zona de Dersingham, pero no vi venir el coche y estoy muy arrepentido por las consecuencias. Me sentí muy afectado después del accidente, pero también aliviado, ya que ninguno de ustedes resultó gravemente herido", relató el Duque de Edimburgo en la carta enviada a las dos mujeres.
"Cuando la multitud comenzó a agolparse, un oficial de la policía local me recomendó que regresara a Sandringham. A partir de ese momento me enteré de que una de ustedes se rompió el brazo. Lamento profundamente esta lesión. Le deseo una pronta recuperación de esta experiencia tan angustiosa. Phillip", concluye la misiva hecha pública este fin de semana por una de las dos protagonistas, quien en su día reconoció haberse sentido desamparada por parte de la Familia Real, aunque también reconoció haber recibido una llamada telefónica de parte de Isabel II en la que le transmitieron las ganas de la Reina por saber cómo estaba y deseaba que todo fuera bien.
Polémica en el Reino Unido tras el accidente del Duque de Edimburgo