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Los Duques de Cambridge están disfrutando de unas vacaciones navideñas en la residencia de la reina Isabel II en Sandringham. Si el pasado 25 de diciembre, día de Navidad, se dejaron ver en el tradicional servicio religioso celebrado en la iglesia de Santa María Magdalena tras disfrutar de una cena de Nochebuena en familia junto a los Duques de Sussex y al príncipe Carlos de Inglaterra en una jornada plagada de anécdotas y detalles, este domingo han vuelto a unirse a la Soberana en la Misa de Sandringham, en Norfolk, y lo han hecho en solitario, sin el resto de la familia Windsor, pero con la misma sonrisa que les acompañó la vez anterior. Tampoco ha acudido con ellos el marido de la Reina, el duque de Edimburgo.
Se trata de la primera aparición de los Duques de Cambridge en 2019 y ha tenido lugar en el mismo enclave en el que protagonizaron la última de 2018: la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham. Para la ocasión, la duquesa de Cambridge ha repetido la misma fórmula que eligió entonces, cuando coincidió con su cuñada, Meghan Markle: un abrigo cerrado a modo de vestido y un tocado. Esta vez ha recurrido al mismo diseño de Catherine Walker que ya lució en febrero del año pasado, durante su visita a Oslo. Se trata de un abrigo azul, por debajo del cual se dejaba entrever un vestido negro de lunares blancos. Además, ha combinado su 'look' con un tocado de Jane Taylor en el mismo tono, un bolso de mano negro de Jimmy Choo y unos stilettos oscuros.
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Por su parte, la Soberana se ha dejado ver a su llegada a la iglesia, donde el reverendo Jonathan Riviere se ha encargado de oficiar la ceremonia, y al salir del vehículo Isabel II ha saludado a los ciudadanos que se habían congregado para verla de cerca. Para este frío domingo, ha elegido un conjunto formado por abrigo y sombrero en tonos camel, combinados con zapatos y guantes negros, espectacular broche en la solapa, collar de perlas y, en sus labios, el color rojo como protagonista.
Los Duques de Cambridge se han dejado ver en el servicio religioso junto a la reina de Inglaterra tan sólo tres días antes de que la Duquesa, que ha recibido algún que otro ramo de flores de parte de los ciudadanos, cumpla 37 años. Este miércoles soplará las velas de su tarta y lo hará previsiblemente sin su marido, pues tiene previsto asistir a un acto oficial con motivo del 30 aniversario de la Air Ambulance de Londres (la ambulancia aérea. Además, se reunirá en el Royal London Hospital con el personal, los pacientes y sus familias. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el Duque de Cambridge ejerció como piloto de helicóptero de ambulancias aéreas y a menudo suele colaborar con este tipo de instituciones a las que le une un vínculo muy personal.
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